¿Cuántas veces te han llevado los momentos de desesperación, como un desastre financiero o un accidente, a un estado de angustia, de ira, de negación y luego de pesar? La mayoría de las personas, cuando están pasando por un momento difícil, tienen la necesidad de comunicar a todo el mundo su desgracia. Finalmente, acaban por aceptar la situación. Ahora, supongamos que lo que te ha sucedido, esto que tú haz catalogado como pérdida o fracaso, es exactamente lo que tenía que suceder. Supongamos que supieras al instante que era necesario que experimentaras el acontecimiento que desencadenó tu pesar y tu tristeza. Pero supongamos que puedes actuar con una nueva conciencia, elevada y superior. Entonces aceptas las cosas y las vives sin sufrimientos y sin sobresaltos. Cuando hay tragedia o tristeza, te comprometes a utilizarla para generar energía y ascender a un nivel más alto en tu vida.