(1) La ilusión de que las ganancias personales se consiguen aplastando a los demás. (2) La tendencia a preocuparse por las cosas que no se pueden cambiar o corregir. (3) Insistir en que una cosa es imposible porque no podemos conseguirla. (4) No querer prescindir de preocupaciones banales. (5) Rechazar el desarrollo y el perfeccionamiento de la mente y no adquirir el hábito de leer, estudiar, cuestionar, e investigar la realidad. (6) Intentar obligar a otros a creer y vivir como nosotros. Vemos a diario, que la gente va careciendo más de escrúpulos creyendo que gana aplastando a los demás, cuando se aplasta a sí misma. ¿Por qué preocuparse de cosas sobre las cuales no tenemos ningún control? ¿Por qué ser pesimista pensando que algo es imposible porque no se haya la solución? ¿Por qué dejar que la preocupación sea invasora? ¿Por qué no nos dedicamos a crecer espiritualmente aprendiendo de libros que nos arrojen luz?
