La indecisión muchas veces es justificada irracionalmente por “falta de recursos”. Siempre falta tiempo, dinero o determinadas destrezas. Pretextos para permanecer en la inmovilidad de la indecisión sobran. Falta la pasión para que los conduzca más allá de lo obvio. Nunca sabrá lo que en realidad puede lograr hasta que sepa qué es lo que más desea. Pero si lo sabe, su decisión será claramente discernible. Y si su decisión está clara atraerá todos los recursos que necesita. Con los recursos adecuados, los resultados están garantizados. Cuando decide hacer algo y luego se compromete a hacerlo, se transforma en la persona creativa que necesita ser. Decide y luego descubre.