¿Qué pasó con el arte de escuchar? El mundo está lleno de ruidos, constantes decibeles, caos y confusión. ¿Cuándo fue la última vez que le prestó atención al silencio del amanecer, a una canción repleta de alegría o a una súplica de justicia? Hemos olvidado los sonidos del silencio. El silbido del viento, el murmullo de las hojas, el canto de los pájaros, el barullo de los animales: todos son sonidos olvidados. Están ahogados por la cacofonía y el estruendo del progreso tecnológico. Por ello, nuestros oídos se han vuelto sordos a las quedas voces de oportunidad que nos hablan en tonalidades naturales cada día.