Para ser un verdadero líder en tu vida y en la de los demás, reprime la necesidad del reconocimiento. No necesitas ser reconocido ni ser aplaudido. Siempre has de elegir fomentar la autoconciencia. Actúa sobre un deseo genuino de ser un verdadero líder de tu vida. Pero hazlo de forma silenciosa. No tienes por qué anunciarlo. Muchos activistas voluntarios tratarán de disuadirte de que es virtualmente imposible. Vive con sencillez y con humildad: Es el único camino para ser feliz. No te unas a las masas desquiciadas que sólo tratan de buscar lo material, como para encontrar valor personal. Si encuentran las cosas materiales, entonces van a necesitar más, porque su vacío es espiritual y no puede ser llenado por lo vano. Antes de actuar, detente y pregúntate si lo que vas a decir va a suscitar odio, temor, admiración o autoconciencia. Elige, por supuesto, fomentar la autoconciencia.