Reuters
ROCKVILLE, EU.- La policía estadounidense dijo que no quiere entorpecer la investigación para atrapar a un francotirador anónimo lanzando un bosquejo impreciso del asesino, entre versiones que circularon ayer de que éste había sido visto en el área de Washington.
El jefe de policía del condado de Montgomery, Charles Moose, dijo que no quería “enturbiar las aguas” por apresurarse cuando la prensa le preguntó si estaban trabajando en un bosquejo del presunto asesino de ocho personas, que también dejó heridas a otras dos.
“Por favor estén seguros de que cuando tengamos algo con lo cual los medios de información nos puedan ayudar vamos a usarlo”, dijo Moose en declaraciones al programa de televisión “Fox News Sunday”.
“La preocupación es que se contamine todo el proceso. Hacer que la gente crea ver lo que escucha en la televisión y que todo eso de mezcle con la realidad”, agregó.
El poder de los medios de prensa ha tomado el centro de la escena en la búsqueda del francotirador que con un rifle de alta precisión mató a ocho personas e hirió a otras dos, cada una de ellas con una sola bala, desde el 2 de octubre.
El sábado, Moose presentó una imagen de un viejo modelo de un vehículo comercial de tamaño mediano, con el lado derecho de su paragolpes trasero golpeado y letras negras debajo de una línea de letras más pequeñas a cada lado.
“Quizás hizo reparar ese vehículo”
Moose dijo que la furgoneta, que tiene una puerta que se enrolla en la parte trasera, fue vista en más de uno de los casos por más de un testigo y le pidió a la prensa que publique la imagen.
“Ninguno de los testigos nos pudo dar los datos exactos” de la furgoneta o del número de matrícula, explicó Moose en la conferencia de prensa.
El jefe policial dijo ayer que la publicación de esa imagen generó nuevas pistas. “Quizás hizo reparar ese vehículo”, especuló, pidiendo que hicieran memoria los trabajadores de los talleres mecánicos.
Investigadores también están trabajando en un bosquejo de un segundo vehículo descrito como una Chevrolet Astro blanca que fue vista cerca el viernes cerca de donde fue efectuado el último disparo, dijo Moose. “Estamos trabajando con cierta urgencia” para que esa foto llegue al público.
Las pruebas físicas con que cuentan los investigadores es escasa, con un mensaje que aparentemente dejó el francotirador cerca del lugar desde donde le disparó a un niño de 13 años. En la parte trasera de una carta de Tarot con el signo de la muerte escribió “Estimada policía, yo soy Dios”.
La última de sus víctimas fue Kenneth Bridges, de 53 años, empresario y padre de seis hijos, que murió el viernes a consecuencia de un disparo que recibió mientras estaba en una gasolinera de la cadena Exxon cercana a una autopista interestatal en el estado norteamericano de Virginia.
Los cinco primeros ataques de este francotirador ocurrieron en un sangriento lapso de 15 horas que comenzó el 2 de octubre en el condado de Montgomery, en el estado de Maryland, en un barrio del norte de Washington D.C.
Además de lo ocurrido en Montgomery, los ataques de este criminal también terminaron con la vida de un hombre en Washington D.C. y de otro en Virginia. El francotirador también ha herido a una mujer en Virginia y a un niño de 13 años al que disparó afuera de su escuela en el condado de Prince George en Maryland.
Los asesinatos han acabado con la habitual tranquilidad de la zona y alarmaron a los residentes de la capital estadounidense, que todavía tratan de recuperarse de las secuelas del atentado del 11 de septiembre de 2001 sobre el Pentágono y los incidentes por los envíos de cartas con carbunco que ocurrieron poco después del ataque.
Las autoridades han ofrecido una recompensa que ha subido hasta casi los 400,000 dólares.
El primero y el último ataque mortal del francotirador ocurrieron cerca de donde se encontraban oficiales de policía.
Cuatro de los ataques tuvieron lugar en gasolineras.
En cada uno de los casos la policía ha dicho que el francotirador disparó un solo tiro con un rifle de alta precisión desde gran distancia y que eligió a sus víctimas de forma aleatoria.
Todos los ataques ocurrieron en lugares públicos y todos, menos dos, tuvieron lugar a plena luz del día.