LOS ANGELES (Reuters) -- Médicos y compañías farmacéuticas en Estados Unidos dicen que sería posible conseguir la recuperación sin dolor después de una operación quirúrgica mediante nuevas técnicas y un uso innovador de los fármacos existentes.
Los analgésicos narcóticos que causan efectos secundarios todavía forman parte de los medicamentos que se suministran al salir del quirófano, pero están surgiendo alternativas para mejorar el tratamiento y reducir costos al mismo tiempo.
"No se debería experimentar dolor postquirúrgico alguno. No es útil, sabemos qué lo causa y que limita la función corporal", dijo Mark Lema, presidente de anestesiología y medicina del dolor del Instituto del Cáncer Roswell Park, en Buffalo, Nueva York.
Los narcóticos analgésicos, como la morfina, forman parte todavía de los cuidados convencionales al salir del quirófano, pero están surgiendo alternativas a medida que médicos y hospitales estudian cómo mejorar el tratamiento y reducir los costos.
Los fármacos, que suprimen las señales dolorosas al cerebro, pueden interrumpir la actividad normal, prolongar la estancia hospitalaria y hacer más lenta e incómoda la recuperación de los pacientes.
Los efectos secundarios de estos medicamentos son bien conocidos y pueden ser somnolencia, náuseas, estreñimiento, dificultad para respirar y una posible adicción al narcótico.
"En muchos casos, no es la cirugía lo que más afecta al paciente sino los efectos secundarios de los narcóticos que se administran después", señaló Stephen Zimberg, ginecólogo de la Clínica Florida Cleveland, en Weston, Florida.
Lema indicó que la administración de medicamentos antiinflamatorios antes de la intervención quirúrgica puede aliviar el dolor al bloquear las vías dolorosas antes, durante y después de la operación.
"Hay muchas pruebas que revelan que podemos bloquear los efectos perjudiciales de la intervención quirúrgica usando concentraciones circulantes de coxibs" dijo, mencionando el nombre genérico de este tipo de fármacos.
Una alternativa local
Los fármacos se pueden combinar con anestesia que bloquee los nervios, como el bloqueo epidural para el dolor de parto, o, tras una intervención quirúrgica, por medio de dispositivos que liberan anestesia local directamente en el sitio de la incisión durante un período de días.
En un estudio, el 43 por ciento de las pacientes de histerectomía que recibieron el sistema de alivio del dolor ON-Q, una bomba en forma de globo que proporciona un goteo constante de anestésicos a través de una "sonda de goteo" suturada por dentro de la incisión, no necesitaron narcóticos tras la intervención quirúrgica, lo que resultó en estancias hospitalarias más cortas y en un costo total más bajo.
"Nuestras pacientes sometidas a histerectomía se sentían cómodas y estaban caminando, lo que nos indicó claramente que experimentaban un alivio real del dolor. Casi todas ellas pudieron irse a casa un día después de la intervención quirúrgica", dijo Zimberg, el principal investigador del estudio.
La investigación del dispositivo en pacientes con histerectomía demostró que podía reducir los costos en un 30 por ciento.
I-Flow está "tratando de cambiar la forma en que los cirujanos operan, y esto no es fácil'" explicó el director ejecutivo Donald Earhart.
"La ventaja que tenemos es que los pacientes lo prefieren".
Otro estudio mostró que el ON-Q "redujo el uso de morfina en un 40 por ciento en las pacientes con cesárea", dijo Vanessa Givens, del departamento de ginecología y obstetricia del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, en Memphis.
"Me sorprendió lo bien que me sentí. Fue agradable, porque pude establecer un lazo afectivo con mi bebé desde el primer momento", dijo Chris Carreon, madre de 30 años de Manhattan Beach, California, a la que se colocó el dispositivo ON-Q después de una cesárea en marzo.
En una entrevista telefónica preparada por I-Flow, Carreon dijo que el dolor, y la necesidad de analgésicos, se disparó después de que la retiraran el dispositivo un par de días después de la cirugía.