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BAGDAD, IRAQ.- Los expertos de la ONU entraron ayer en seis sitios de Iraq que no habían inspeccionado antes, y volvieron a visitar una guarnición militar al norte de Bagdad y un complejo utilizado para extender el alcance de cohetes importados de la desaparecida Unión Soviética.
En este nuevo programa de inspecciones se han hecho corrientes las visitas múltiples a extensas fábricas y conglomerados militares iraquíes como la compañía estatal al Nasr para Industrias Militares, que fue visitada ayer por segunda vez.
Al-Nasr estuvo dedicada a la producción de “municiones especiales”, particularmente bombas que según se afirma contenían agentes químicos. La fábrica también extendía el alcance de los cohetes Scud, fabricados en la ex Unión Soviética.
Los inspectores también revisitaron una guarnición militar en Balad, a 60 kilómetros al norte de la capital iraquí, que habían explorado ya el 30 de noviembre.
Balad figuraba entre los sitios que Iraq calificó de “sensitivos” durante la primera serie de inspecciones en la década pasada, y para el cual se requerían avisos previos antes de cualquier visita de los expertos.
Bajo el nuevo sistema de inspecciones, los funcionarios de las Naciones Unidas no están obligados a avisar con antelación sus visitas a esos lugares.
Entre los sitios visitados ayer por primera vez figuraron la Universidad Mosul y el dique Saddam en la localidad de Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Los inspectores también visitaron el Instituto Especializado de Ingeniería Industrial, una zona de drenajes, la compañía Al-Fidaa y la Compañía de Pinturas Modernas, todas en la zona de Bagdad.
Los inspectores han realizado sus tareas en Iraq desde el 27 de noviembre, de conformidad con una resolución del Consejo de Seguridad que amenaza a su gobierno con graves consecuencias si Bagdad no demuestra que ha entregado todas sus armas nucleares, químicas y biológicas, así como los cohetes balísticos necesarios para dispararlas.
Bagdad afirma que ha eliminado todas sus armas de destrucción masiva, pero los Estados Unidos y Gran Bretaña afirman lo contrario. Los Estados Unidos han amenazado con atacar Iraq a menos que su gobierno coopere plenamente con el proceso de desarme de la ONU.
El secretario británico de Defensa Geoff Hoon dijo a la BBC en Londres que su país confía en obtener el acuerdo de la ONU para una intervención militar si se demuestra que Saddam Hussein posee armas de destrucción masiva, pero añadió que Londres se reserva el derecho de actuar por su cuenta si lo considera necesario.
Entretanto, en Washington, funcionarios del gobierno dijeron que asesores de seguridad nacional de la Casa Blanca recomiendan que el presidente George W. Bush declare a Iraq en violación de la orden de desarme de la ONU, pero no consideran que tal declaración sería causal inmediata de una guerra.