Torreón, Coah.- La luz del semáforo peatonal está en rojo pero eso no importa, las personas corren de una esquina a otra para alcanzar a cruzar las calles. Mientras, los automovilistas pisan el acelerador para ganarle a la luz intermitente.
El sonido estridente del claxon suele ser por demás molesto a las horas pico. Los conductores intentan rebasar por la izquierda, por la derecha, por donde sea. Los peatones igual, se atraviesan a mitad de calle, suelen correr para esquivar los veloces carros. Algunos alcanzan a pasar, otros se quedan a la mitad del camino.
En los últimos tres años 539 peatones han sido atropellados y 14 mil 917 conductores se vieron involucrados en choques. Otros 189 se volcaron. El saldo: ocho mil 550 lesionados y 59 personas muertas.
Perder la vida en un accidente automovilístico puede resultar barato para el responsable del percance que sólo debe cubrir una fianza que va de los 90 mil a los 200 mil pesos para recuperar la libertad, siempre y cuando no haya manejado en estado de ebriedad o drogado.
Carlos Falcón Sifuentes, coordinador de Agentes del Ministerio Público, aclara que sólo pueden intervenir en un accidente vial cuando una persona ha muerto. De acuerdo a los artículos 26 y 28 del Código Penal del Estado, atropellar o chocar es considerado delito culposo, es decir, el responsable alcanza libertad bajo caución.
Cuando el conductor huye, señala, existen más agravantes, sin embargo también alcanza libertad bajo caución, pero cuando alguien está ebrio o drogado, por ningún motivo se le puede fijar una fianza e invariablemente deberá seguir un proceso penal.
En las agencias del Ministerio Público no cuentan con estadísticas sobre el número de ocasiones en que un conductor ha participado en accidentes viales y ha logrado obtener su libertad bajo caución y cuántos han seguido un proceso penal.
La prevención vial
puede ser la solución
Para Eulalio Sandoval López, asesor académico del Parque de Educación Vial ?Carlos de la Cueva?, a pesar de los esfuerzos por fomentar una cultura vial tanto en peatones como conductores, los accidentes y atropellamientos siguen en ascenso.
Desde hace tres años, dice, se elaboró un programa permanente y de manera coordinada con la Secretaría de Educación Pública. El objetivo es que estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, tengan conocimientos de cultura vial. En algunas ocasiones también participan preparatorias y universidades.
La intención del programa del Parque de Educación Vial es dar a conocer a los estudiantes las principales normas de educación y seguridad vial para que los alumnos prevengan los accidentes de tránsito y hagan uso de los puentes y semáforos peatonales.
La prevención y la educación vial, asegura, puede ser la solución para evitar los accidentes en donde se vean involucrados tanto peatones y conductores. Es necesaria la participación de las instituciones relacionadas como la Dirección de Seguridad Pública Municipal y Protección Ciudadana, pues se debe aplicar el reglamento de Tránsito y Vialidad, además de orientar en la vía pública.
?No se trata únicamente de que el uniformado aplique nada más el reglamento sino que también oriente y conscientice a través de programas específicos en la vía pública. Esta institución sólo coadyuva en la prevención de accidentes de tránsito?.
Y añade: ?es muy lamentable que en algunos accidentes se pierdan vidas por la falta de cultura vial, por imprudencia y por la no aplicación al reglamento de tránsito, entre muchos otros factores?.
El Parque de Educación Vial ?Carlos de la Cueva? cuenta con material didáctico suficiente y con cinco profesores, además participan las guías de Vialidad y Turismo, para enseñar a los alumnos todo acerca de la cultura vial y cómo prevenir accidentes. En las instalaciones del Parque de Educación Vial existe una mini ciudad, ahí se les da a conocer a los estudiantes el reglamento de Tránsito y Vialidad a través de semáforos, calles y puentes peatonales en escala.
Eulalio Sandoval López señala los principales errores de automovilistas como factor causal de accidentes de tránsito son ignorar los señalamientos de tránsito, el derecho de preferencia y no respetan los semáforos, transitan con excesiva velocidad y hay quienes manejan en estado de ebriedad.
?El cinturón de seguridad es indispensable, en algunas ocasiones no funcionan y los conductores los utilizan para engañar a los agentes de tránsito, está comprobado que usarlo puede salvar vidas?, dice.
Los peatones también cometen errores: caminan a mitad de calle, salen corriendo para ganarle el paso a los vehículos, cruzan las intersecciones en diagonal cuando deben hacerlo por la línea del peatón.
A decir de Sandoval López, los ciclistas son un caso especial, también manejan en estado de ebriedad, no utilizan las luces para que los automovilistas los vean en las noches, circulan en sentido contrario y por arterias donde tienen prohibido hacerlo.
La única solución, dice, es recoger las bicicletas de quienes transitan en sentido contrario y no traigan consigo las luces, pues los ciclistas han sido causantes de que otros conductores choquen y pierdan su vida.
Mucha práctica, poca teoría
En junio de 2002 el Ayuntamiento a través de su revista oficial dio a conocer un estudio realizado para medir los conocimientos viales. El resultado: los automovilistas tienen práctica pero poca teoría.
Para la elaboración del Diagnóstico y Prospectiva de la Educación Vial en Torreón, se trabajó con una muestra de 520 personas de 18 a 35 años, representativa de la población total del Municipio.
La muestra se distribuyó proporcionalmente según la cantidad de habitantes y su participación en el tránsito por la vía pública. Geográficamente se ubicó equitativamente en ocho sectores que abarcaron del oriente al poniente del Municipio, cubriendo el área urbana que va del bulevar Revolución a la avenida Bravo.
La información se recabó el 27 de mayo al tres de junio de 2002, con la participación de 16 Guías de Vialidad y Turismo. El método fue la observación, aplicada para la evaluación de la conducción práctica en la vía pública de la población estudiada y la entrevista, empleada para valorar el nivel de conocimiento teórico del Reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno.
Los resultados arrojan una calificación de 3.7 en una escala del uno al diez, lo cual demuestra una población que no conoce las reglas para conducir vehículos en la vía pública y maneja basándose en la práctica.
Además, se observó que de 43 personas que dijeron conocer el Reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno a la hora de conducir, sólo ocho de 520 poseían un conocimiento aceptable del documento, es decir, 1.54 por ciento.
El incremento de este número hasta 30.76 se debe a la habilidad que han desarrollado en la práctica y no en el conocimiento del reglamento.