El aplazamiento del proyecto de un estacionamiento subterráneo en la Plaza de Armas decretado por el Ayuntamiento de Torreón, posterga la expectativa de rescate del centro histórico de nuestra ciudad. De acuerdo a lo anterior, el Cabildo suspendió la consulta pública sobre la pertinencia de la obra, hasta que exista un proyecto sobre cuál, la ciudadanía pueda apreciar el diseño y apariencia que presente la Plaza, una vez remodelada ésta y terminada la construcción del estacionamiento.
Lo anterior plantea un círculo vicioso, pues la decisión no prevé en sus detalles la forma en que se obtendrá el proyecto arquitectónico concreto, que garantice un mejoramiento substancial de lo que en la actualidad existe y sobre el cuál, la ciudadanía habrá de ser consultada. El viejo interrogante sobre qué es primero, “el huevo o la gallina”, se presenta en el caso en relación a “proyecto o consulta” e interpela a la autoridad sobre la forma en que la cuestión habrá de ser resuelta.
Es necesario dar impulso a este proyecto y a otros que duermen en los archivos de la Presidencia Municipal, porque el deterioro del centro histórico y comercial de la ciudad sigue en aumento. El Pabellón Hidalgo, la Plaza Cívica y el estacionamiento que nos ocupa, se inscriben en la historia reciente de Torreón como intentos fallidos debido a la falta de voluntad política de las autoridades, pues en tales proyectos, existe el ofrecimiento de recursos económicos por parte del sector privado.
A la escasez de inversión pública y obras significativas o de importancia en Torreón, se suma la falta de apoyo y oportunidades a los intentos del sector privado en el sentido de hacer algo en beneficio de nuestra ciudad. Ojalá que el Ayuntamiento que preside el Licenciado Javier Garza de la Garza, logre al menos destrabar el círculo vicioso que se menciona y al término de su administración, se tenga al menos un proyecto viable.