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Nueva York, EU.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, estudia un plan que contempla la ocupación militar de Iraq una vez que se logre la caída de su actual mandatario Saddam Hussein, para evitar la anarquía, reportó ayer The New York Times.
Funcionarios de la administración Bush que solicitaron el anonimato indicaron al rotativo que en la primera fase de la era post-Hussein, la jefatura del comando militar que gobernaría a los iraquíes estaría a cargo del general estadounidense Tommy Franks.
“El comandante de las fuerzas de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, o alguno de sus subordinados, asumiría el papel que tuvo el general Douglas MacArthur en Japón, después de que esa nación se rindió en 1945”, señaló el diario.
En nota de primera plana el rotativo aclaró que el plan no ha sido aprobado por Bush pero que se considera su consulta con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El proyecto de la ocupación extranjera de Iraq contempla también de la instalación de un tribunal de guerra que sometería a juicio los militares iraquíes que por años han respaldado a Hussein.
Asimismo incluye la idea de “una transición hacia un gobierno civil democráticamente electo, que podría tomar meses o años para concretarse”. “Al contemplar una ocupación (militar) la administración Bush se está retractando de la idea que tenía sobre el papel que asumiría la oposición en Iraq para la era post-gobierno de Hussein”, puntualizó el diario estadounidense.
The New York Times recordó que la Casa Blanca había señalado que disidentes iraquíes se harían cargo del gobierno, pero el nuevo plan deja en el aire la fecha en que se instalarían gobernantes democráticamente electos.
Sobre el tribunal de guerra, el rotativo consideró que podría tratarse de una señal a los militares iraquíes que buscaría dividir la lealtad a Hussein, advirtiendo que los que apoyen a su presidente podrían ser severamente castigados.
“Funcionarios dijeron que quieren evitar el caos y luchas internas como las que han plagado a Afganistán desde la derrota de los Talibán”, acotó el diario, en referencia a los análisis que apuntan a una guerra étnica en Iraq cuando Hussein se vaya.
El proyecto del control del poder en Iraq por un comando militar encabezado por Estados Unidos podría durar sólo hasta que se cumpla la misión definida por Bush: destruir todas las armas de destrucción masiva.
Esta es la primera ocasión en la era moderna en que una potencia mundial podría atacar a un país como Iraq para acabar con sus gobernantes e instalar un comando militar hasta que se elija a un gobierno de su agrado.
“Las tropas estadounidenses podrían entrar no sólo para eliminar las armas de destrucción masiva sino también para garantizar mecanismos que eviten una anarquía”, indicó la fuente de la administración Bush al diario The New York Times.