EFE
ParÍs.- Once personas han muerto y otras tres están desaparecidas en el sureste de Francia, víctimas de las tormentas e inundaciones que se han abatido sobre la región desde ayer, según un nuevo balance de las autoridades.
Los departamentos más afectados son Gard, Hérault y Vaucluse, donde entró en vigor el plan de emergencia Orsec, mientras que las tormentas se desplazaban a Bouches-du-Rhone.
Las precipitaciones de la masa tormentosa, que llegó a tener hasta 12 kilómetros de diámetro, terminarían por la noche, según el servicio Meteorología francés, que anunció nubes y claros para hoy.
Para participar en una reunión de crisis en la Prefectura (delegación del Gobierno) de Gard, el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, se ha desplazado a la zona, hoy martes, visitará los lugares más afectados.
Gard ha sido el departamento más azotado por las lluvias, con ocho muertos y tres desaparecidos, miles de personas evacuadas, 40,000 hogares sin electricidad, varios puentes derrumbados en Sommieres, Aubais y Laudun.
Además, en la región el 60 por ciento de las carreteras están cortadas y numerosas localidades completamente aisladas.
Un niño y su padre, que intentaron refugiarse de la crecida del agua en un árbol, en la localidad de Rousson, fallecieron ahogados; una anciana de Quinssac corrió la misma suerte en su casa; dos hombres fallecieron en Domazan y Saint-Martin-Quentin-la-Poteriem respectivamente; y un cadáver sin identificar fue localizado en este último pueblo.
Las tres personas desaparecidas son también del departamento de Gard, una fue arrastrada por el lodo en Saint-Martin-de-Valgalgues y las otras, dos jornaleros de Saint-Mamert-du-Gard, cuyo automóvil fue encontrado vacío, no han dado señales de vida.
En el departamento de Vaucluse, dos personas resultaron muertas al ser alcanzadas por sendos rayos en Orange y Camaret-sur-Aigues, respectivamente.
Los bomberos consiguieron reanimar a una tercera persona alcanzada por un rayo en Vedene.
En el departamento de Hérault, un bombero falleció esta tarde al tratar de auxiliar a los dos ocupantes de un coche arrastrado por las aguas.
En total, unos 80.000 hogares están sin electricidad en las regiones afectadas, de las cuales 63.000 en los sectores de Ales, Anduze y Sauve.
Las precipitaciones torrenciales afectaron también en Nimes y Orange, donde el agua alcanzó en algunas calles un metro de altura y donde todos los establecimientos escolares permanecerán cerrados hasta el próximo miércoles.
Dentro del plan de emergencia Orsec decretado en Gard para reforzar los servicios de socorro, los bomberos de los departamentos de Bouches-du-Rhone, Var, Ardeche y Alpes Marítimos colaboran en las tareas de rescate, además el Ejército ha unido sus fuerzas en las tareas de ayuda para hacer frente a la crisis.
La autopista A-7, que estuvo cortada a la altura de Orange, ha sido reabierta al tráfico, aunque las autoridades han aconsejado a la población que extreme la prudencia y que sólo se ponga al volante en caso de absoluta necesidad.
El tráfico ferroviario también se vio afectado por las inundaciones y la circulación del tren de alta velocidad (TGV) y de convoyes clásicos está cortada entre Aviñón y Nimes, informó la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF).
Por causa de las fuertes perturbaciones en el tráfico ferroviario, la SNCF ha pedido al público que aplace sus viajes al sureste, donde sólo se ha restablecido el tráfico del TGV París-Marsella a última hora de la tarde.
En ocasiones, los atrasos de las grandes líneas alcanzan las cinco horas y más de una docena de convoyes nocturnos estuvieron bloqueados en Lyon (este de Francia).