Caracas, 4 nov (EFE).- La oposición venezolana entregó hoy unos dos millones de firmas en el Consejo Nacional Electoral (CNE) para que ese organismo convoque a un referéndum consultivo no vinculante sobre la continuidad en el poder del presidente Hugo Chávez.
La consulta estará supeditada a la confirmación de la validez de las firmas y a que la pregunta no se salga del marco constitucional.
El CNE tendrá un plazo de 30 días para comprobar que esas exigencias se han cumplido y, de ser así, deberá convocar el referéndum dentro de los siguientes 60 días.
La entrega de las firmas se llevó a cabo después de una marcha de la oposición al término de la cual se registraron escaramuzas provocadas por simpatizantes del gobierno, que fueron atajadas con el lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de los nutridos contingentes de la Guardia Nacional que protegían la sede del CNE.
Roberto Ruiz, presidente del CNE, dijo que a partir de mañana, martes, ese organismo se dedicará a cotejar las firmas con las del Registro Electoral Permanente, y a estudiar si la pregunta responde a lo que establece la Constitución.
Ruiz añadió que, en el supuesto de que ambos aspectos se resuelvan satisfactoriamente, el CNE fijará la fecha de la consulta en un horizonte que no puede ir más allá de la segunda semana de febrero.
La entrega de las firmas coincidió con el regreso a Venezuela del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, quién estuvo en Caracas la semana pasada para facilitar que Gobierno y oposición negocien una salida constitucional a la crisis que afecta al país.
Gaviria señaló entonces que la crisis venezolana debería solucionarse con una "salida electoral", que podría incluir reformas a la Constitución, cuya definición saldría del diálogo entre Gobierno y oposición.
De acuerdo a lo explicado por Gaviria, la consulta que propone la oposición no tiene por qué ser la "salida electoral" definitiva, ya que existen otras opciones que deberán evaluarse y que podrían adaptarse mejor a la Constitución y a las necesidades del país.
La entrega de las firmas estuvo precedida por unas escaramuzas provocadas por simpatizantes del gobierno que intentaron impedir que los opositores llegaran a la sede del CNE, en el centro de Caracas.
Esos incidentes estuvieron acompañados de otros, en otra zona de la capital, en los que, según un canal de televisión privado, resultaron heridos de bala el periodista de televisión ecuatoriano Mauricio Muñoz y otras personas.
El vicepresidente, José Vicente Rangel, repudió el intento de obstaculizar la marcha de la oposición y dijo que su Gobierno no reprime marchas porque en Venezuela rige un sistema democrático.
"Hubo momentos de tensión cuando se vislumbró la posibilidad de un choque entre quienes se apostaron cerca del CNE y quienes venían, pero privó el sentido común y salvo algunos hechos aislados sin mayor relevancia, todo se resolvió pacíficamente", dijo Rangel.
En la marcha no participaron los oficiales insurrectos que desde el 22 de octubre están en la plaza Altamira de Caracas y han llamado a la desobediencia civil y militar para derribar al gobierno.
El general Enrique Medina, que actúa como portavoz del grupo, dijo hoy que la salida del presidente Hugo Chávez del poder sigue siendo la condición previa a cualquier acuerdo y reiteró que una huelga general indefinida, a muy corto plazo, debe ser el siguiente paso de la oposición para alcanzar ese objetivo.
Gaviria descalificó a este grupo de altos oficiales, vinculados al golpe de Estado del 11 de abril, y les conminó a elegir entre seguir la carrera militar y volver a los cuarteles, o despojarse de sus uniformes y dedicarse a la vida política.
La prensa recoge hoy versiones de que el ministerio de la Defensa estudian la posibilidad de declarar "desertores" a los oficiales por la injustificada ausencia de sus puestos de trabajo.
Los militares insurrectos siguen teniendo el apoyo de la mayoría de los partidos que presentaron las firmas para la consulta. EFE