Reuters
CARACAS, Venezuela.- La oposición de Venezuela ratificó ayer la convocatoria a un paro nacional el 2 de diciembre contra el presidente Hugo Chávez, en medio de un caldeado debate sobre la legalidad de un llamado a referendo para pedir la renuncia del mandatario.
El paro, que sería el cuarto en menos de un año contra Chávez y que la oposición amenaza con extender por varios días, ha agudizado la confrontación mientras facilitadores internacionales buscan una solución a la crisis política y organismos extranjeros y países vecinos instan al diálogo.
?La situación que estamos viviendo hace que ratifiquemos que el paro cívico nacional se efectuará el día 2 de diciembre a partir de las 6 de la mañana (1000 GMT)?, dijo Carlos Fernández, jefe del poderoso grupo empresarial Fedecámaras.
La duración del paro, que el gobierno ha calificado de ?golpista? e ?insurrecto?, será decidida el sábado luego de una reunión entre los promotores, agregó.
En tanto, persistía el viernes un debate en torno a la legalidad de la convocatoria a un referendo convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el 2 de febrero del 2003, que preguntaría a los venezolanos si Chávez debe renunciar.
El gobierno consideró ilegal la decisión adoptada por el CNE, ya que fue tomada con los votos de tres de sus cinco miembros y un dictamen del Tribunal Supremo de Justicia .
(TSJ) especifica que sus decisiones deben tener mayoría calificada, es decir cuatro de cinco votos.
El TSJ, sin mencionar el caso del referendo, ratificó luego que las decisiones del CNE deben tener la mayoría calificada, lo que para el oficialismo implica que la convocatoria a la consulta para el próximo 2 de febrero no es válida.
Sin embargo, el presidente del CNE, Alfredo Avella, ratificó ayer la decisión del cuerpo, diciendo que es un ?mandato constitucional? y que el fallo del TSJ ?no afecta en absoluto la decisión que tomó el directorio del CNE referente a la convocatoria de referendo consultivo?.
El partido de gobierno, el Movimiento V República (MVR), anunció que el lunes introducirá un amparo ante el TSJ para pedir la nulidad de las acciones del CNE, dijo Luis Dávila, miembro de la dirección nacional de ese grupo político.
Preocupación internacional
El referendo consultivo es para la oposición una salida a la crisis, pero Chávez lo ha rechazado argumentado que la única vía legal que lo obligaría a renunciar es un referendo revocatorio a la mitad de su mandato, en agosto del 2003.
En medio de las tensiones, Chávez viajó sorpresivamente a Ecuador en la madrugada del viernes para participar, junto al presidente cubano, Fidel Castro, en una ceremonia en honor al pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.
También, en otro viaje inesperado, Chávez se reunirá la noche del viernes en El Salvador con la familia de un remero venezolano desaparecido en un lago y animar a los atletas de su delegación en los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El constante choque entre el gobierno de Chávez y la oposición ha calentado el clima político de la nación, y ha llevado a organismos internacionales a llamar a los actores del conflicto a suavizar posiciones en pro de un acuerdo.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, llamó ?urgentemente al gobierno de Venezuela y a los grupos opositores a realizar cada esfuerzo para conseguir una solución pacífica a la crisis, basado en el respeto a la Constitución, los valores democráticos y los derechos humanos?, según dijo a periodistas la portavoz de la ONU, Hua Jiang.
Por su parte, los cuatro socios del Mercosur (unión aduanera que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), junto a Bolivia y Chile, expresaron su confianza en la solución de los problemas políticos en Venezuela a través del diálogo y la cooperación necesarios entre el gobierno y la oposición.
La víspera el secretario general de la OEA, César Gaviria, facilitador de una mesa de negociación gobierno-oposición que lleva tres semanas de reuniones sin acuerdos, expresó preocupación por el incremento de la tensión en el encuentro.
El viernes se volvieron a reunir ambas partes, que se culpan mutuamente de poner trabas a un acuerdo.
Mientras el gobierno dice que el paro es un atentando a la mesa, la oposición lo acusa de usar tácticas de intimidación, como son la intervención militar de la principal policía de Caracas, un incremento del patrullaje militar en la capital y la incitación la violencia en las calles.
Sus enemigos señalan a Chávez como el responsable de haber dividido al país entre ricos y pobres; de querer instaurar en un régimen comunista similar al cubano y de haber arruinado a la economía del país que atraviesa una fuerte recesión.