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Ciudad del Vaticano.- La “gran causa de la paz” peligra en todo el mundo, dijo ayer el Papa Juan Pablo II, quien invitó a los fieles a que la oración del rosario sirva para invocar la paz.
“La gran causa de la paz” peligra en todo el planeta, y “la situación internacional está llena de tensiones”, dijo el Pontífice en la última misa dominical del Angelus que realiza durante su visita a su residencia de Castelgandolfo.
El jefe de la Iglesia Católica dijo en su mensaje que por esta razón se invitó a los creyentes a pedir por la paz en la oración del rosario.
“De poco valen los intentos de la política, que son necesarios, si no se es capaz de una nueva mirada del corazón para retomar con esperanza los hilos del diálogo”, señaló Karol Wojtyla.
Sugirió “recitar el rosario a los individuos, a las familias, a las comunidades cristianas y, agregó que “Para dar fuerza a esta invitación estoy incluso preparando un documento que nos ayude a redescubrir la belleza y la profundidad de esta oración”, anunció.
El Papa, que lucía en buenas condiciones físicas aunque con algunos problemas para hablar, dijo que “a la oración del rosario deseo una vez más confiar la gran causa de la paz”.
Y es que, agregó Juan Pablo II, “estamos de frente a una situación internacional llena de tensiones, a veces incandescentes”.
Dijo que en algunos puntos del mundo, donde el enfrentamiento es más fuerte, se palpa lo poco que valen los intentos políticos que son siempre necesarios si los ánimos siguen exacerbados y si no se es capaz de una nueva mirada para retomar con esperanza los hilos del diálogo.
El jefe de la Iglesia destacó que sólo Dios “puede infundir sentimientos de paz”, por lo que dijo, que de todo el mundo lleguen a él las invocaciones por la paz “pues es en esa perspectiva que el rosario se revela como la oración más adecuada”.
El rosario, señaló el Papa, construye la paz porque mientras hace un llamado a la gracia de Dios, pone en quien lo recita “el germen del bien, del cual se pueden esperar frutos de justicia y de solidaridad en la vida personal y comunitaria”.
Juan Pablo II invitó a los fieles a la misa del próximo domingo en la plaza de San Pedro, pues la de este domingo fue la última e su estadio en Castelgandolfo, donde pasó dos meses y medio, para realizar sus giras a Canadá, México, Guatemala y Polonia.
Antes de despedirse, el Pontífice saludó a los fieles, habitantes de Castelgandolfo, niños y religiosas presentes.