Reuters
MANAGUA, Nicaragua.- La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó ayer el desafuero parlamentario del ex presidente Arnoldo Alemán, sobre quien de inmediato se emitió una orden de arresto para enfrentar cargos judiciales por lavado de dinero y otros delitos.
La decisión fue tomada con una apretada mayoría conseguida con los votos de 47 diputados, en una agitada sesión donde varió constantemente el quórum de la sesión del cuerpo de 92 miembros.
El Procurador General en funciones, Francisco Fiallos, dijo en conferencia de prensa que una jueza del Crimen de Managua emitió una orden de arresto contra Alemán y que el lunes presentará nuevos cargos por una defraudación al Estado por unos 51 millones de dólares.
“La orden de captura fue dictada de inmediato” por una de las dos magistradas que ventilan casos en los que se ha denunciado a Alemán, dijo Fiallos, sin dar otros detalles.
Alemán, quien gobernó el país entre 1997 y enero del 2001 y ahora es diputado, intentó hasta el último momento impedir su desafuero, pero la decisión lo convirtió en el primer ex mandatario nicaragüense obligado a acudir ante la justicia.
Alemán dijo en un discurso previo a la votación que permanecería en Nicaragua, el segundo país más pobre de América después de Haití, pese a podría ser encarcelado por orden judicial y a petición de la Procuraduría General.
“La asamblea está enviando un mensaje de que nadie está por encima de la ley”, dijo por su parte el diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez, luego de la votación y de intervenciones de parlamentarios que duraron más de seis horas.
La sesión plenaria se realizó bajo fuertes medidas de seguridad, un día después que el presidente Enrique Bolaños dijo haber recibido amenazas de muerte junto con algunos legisladores para que no apoyaran el desafuero.
Después de algunas protestas, parlamentarios afines a Alemán hicieron una apasionada defensa del ex presidente y llamaron “traidores” al presidente Bolaños y diputados que lo apoyan.
Alemán terminó el diez de enero su gobierno de cinco años y pasó a ocupar uno de los 92 escaños en la Asamblea y la presidencia de ese órgano.
En septiembre, 38 diputados de la oposición sandinista y 9 parlamentarios del dividido Partido Liberal Constitucionalista (PLC) —que apoyan a Bolaños— destituyeron a Alemán de la presidencia legislativa para iniciar el proceso de desafuero.
Una comisión especial de la Asamblea dictaminó el 9 de noviembre que existían méritos para desaforar a Alemán y dos diputados más, pero el desafuero quedó estancado después que se ausentó uno de los parlamentarios que apoyaban a Bolaños.
Los diputados del PLC que apoyan a Bolaños y conforman la denominada bancada Azul y Blanco, lograron el apoyo de un diputado suplente de una parlamentaria afín a Alemán, que fue suspendida por la directiva ante ausencia injustificada.
Alemán, también diputado en el Parlamento Centroamericano (Parlacen) por su condición de ex presidente de un país de la región, rechaza las acusaciones en su contra y dice ser blanco de un “juicio político”.
Bolaños, quien fue vicepresidente en cuatro de los cinco años de gestión de Alemán, reiteró el miércoles su llamado a los diputados para que aprobaran el desafuero.
Bolaños, un empresario de 74 años, inició su gestión hace casi un año con la promesa de combatir la corrupción, como punto central de su gobierno.
Decenas de agentes especiales de la policía permanecían en el interior y las afueras de la Asamblea para prevenir actos de violencia, y que existían un plan de seguridad nacional.
“Estamos esperando disturbios”, dijo a periodistas el jefe de la policía, comisionado Edwin Cordero.
La Procuraduría General dijo en agosto que Alemán y varios allegados desviaron fondos estatales por cerca de 100 millones de dólares, aunque solo presentó cargos de lavado de dinero, fraude y otros por unos diez millones de dólares.
Alemán también tendrá que enfrentar cargos judiciales por presuntamente dirigir un fraude de unos 1,5 millones de dólares en contra de la televisora estatal Canal seis.
Mientras, más de medio centenar de seguidores del ex presidente bloquearon una calle en las cercanías de la sede del dividido PLC, en el sur de Managua, y quemaron neumáticos que después fueron retirados por las autoridades.
Los simpatizantes de Alemán se mantenían sin embargo en la avenida y lanzaban petardos ante una fuerte vigilancia policial.