JOSE DANIEL AYALA CORTO DOS OREJAS
Por Rafael Cortés Montalvo
Ayer por la noche la Plaza de Toros Torreón, lució sus mejores galas para ser el escenario de una corrida de toros con la majestuosa presencia del rejoneador navarro, Pablo Hermoso de Mendoza y la sobresaliente actuación de los matadores Paco González y José Daniel Ayala.
Paco González
(Negro y Oro)
Abrió el festejo el toro “Seda Negra’’ marcado con el numero 285 de la ganadería de Manolo Martínez, negro zaino delantero de cuerna que es recibido con un farol de rodillas, para después ejecutar cadenciosas verónicas que hicieron ver la clase que atesora el capitalino.
Muleta en mano torea por abajo para llevar al toro a los medios y en ese terreno le pega una tanda de derechazos largos y templados, tirando mucho del toro. Al torear por el lado izquierdo y después de un molinete de rodillas el toro le alcanza cogiéndole de fea manera, afortunadamente sin consecuencias, el torero se levanta sin verse la ropa y vuelve a pegar molinetes de rodillas entre la aclamación del público que le aplaude su temple y su valor. Se va tras la espada y deja tres cuartos de acero, como el toro se amorcillara despacha al enemigo al tercer golpe de descabello, ovación.
En cuarto lugar salto a la arena “Cielo Gris’’, cárdeno claro y herrado con el numero 304, lo recoge con el capote para rematar con media verónica, el cornupeta pelea con los caballos y provoca un tumbo aparatoso, todo hacía presagiar que sería una gran faena pero el toro vino a menos y pese a las ganas de Paco por triunfar en esta plaza, al torear por los dos lados con calidad no hubo manera de matar al primer intento y terminó con su labor al cuarto viaje, al tercio.
Pablo Hermoso de Mendoza
(Vestido a la usanza Andaluza Casaca color vino)
Montado en los lomos de “Labrit’’, recibe a “Canela Fina’’, un toro castaño que llevaba en los costillares en numero 2l9 y procedente de la ganadería del San Martín, lo lleva muy templado con la grupa del caballo por todo el redondel, resultando todo un espectáculo la ejecución de los rejones de castigo.
Cambia de cabalgadura y ahora toca el turno a “Chicuelo’’, que es un especialista en los quiebros con banderillas y al público de Torreón nos regaló tres estupendas ejecuciones. En el tercio final hizo su aparición el caballo “Mariachi’’, y dejándose llegar al toro hasta el pecho y toreándolo muy templado con el cuerpo, logra que el publico se entusiasme con su actuación. Acaba con la vida del castaño al segundo viaje y todo queda en ovación.
El lugar de honor correspondió al toro que llevó por nombre “Llena Plazas’’, marcado a fuego el numero 347, berrendo aparejado, que recibe el caballero en plaza montado en el precioso corcel “Monterrey’’, el cual deja sentir su poderío en el ruedo y el toro empieza a mostrar su condición de rajadito, por lo cual Hermoso de Mendoza recurre a su caballo estrella “Danubio’’ ,que con gran temple logra sacar al toro de la zona de tablas y llevarlo con la grupa para que Pablo Hermoso clavara sendas banderillas adornadas con vistosos giros del Albaio. Cambio de caballo y ahora toca el turno a “Albaicín’’, un caballo que torea con gusto y también sabe girar en la propia cara del toro, haciéndolo en esta ocasión hasta tres veces; vuelve a aparecer “Mariachi’’ y Pablo Hermoso se despacha con la cuchara grande al ejecutar la suerte del teléfono a caballo. Deja el rejón de muerte en todo lo alto para recorrer el anillo con el premio de una oreja.
José Daniel Ayala
(Azul Rey y Oro)
“Martinete’’, marcado con el numero 278, salió en tercer lugar para que José Daniel le recetara cuatro verónicas de gran exposición, ya que el toro se ceñía por el lado derecho. Con la pañosa nos dimos cuenta de que el toro no veía con el ojo izquierdo y donde esa deficiencia resultaba prácticamente imposible torear al cárdeno claro, lo despachó al quinto viaje. Silencio.
Cerró plaza “Campanito’’, numero 278, negro cornidelantero que recibe el saludo del regiomontano que se abre de capa para ejecutar una serie de lances que remata con una revolera; una vez en los medios ejecuta un vistoso quite por chicuelinas ceñidas que rápidamente fueron coreadas por el público, después de picado el toro nos regaló José Daniel un quite de chicuelinas combinadas con calecerinas.
En el ultimo tercio se va a los medios y cita de rodillas al enemigo para ejecutar cuatro pases por alto y entonces ya de pie, se recrea toreando por ambos lados en tandas largas y tendidas, ejecuta una tanda de dosantinas que le son largamente coreadas con largos oles. Termina su faena de muleta con valientes manoletinas que remata con un forzado del pecho. Se va tras la espada y deja una estocada hasta las cintas para que los laguneros se le entregaran y pidieran las dos orejas para el joven torero con las cuales abandono la plaza cargado a hombros por sus simpatizantes.
Hasta el próximo 16 de noviembre en que se anuncia la reaparición del Glisson y en la tradicional corrida del 20 de noviembre la presentación del maestro del toreo Enrique Ponce.