Reuters
Asunción, Paraguay.- Granjeros, campesinos y sindicalistas levantaron ayer la mayor protesta contra la política económica del presidente Luis González Macchi, quien se vio obligado a decretar la reducción del precio del combustible diesel y otras tarifas públicas.
“La gente está contenta y creo que esto ya está solucionado.
Ahora es cuestión de explicar un poco (el resultado de la negociación) a todos nuestros socios”, dijo a periodistas Héctor Cristaldo, dirigente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), que encabezó la protesta.
González Macchi decretó una reducción de 2.3 por ciento en el precio del combustible diesel a partir del viernes que se sumó a otra baja de 4.6 por ciento ordenada el lunes, en busca de un acuerdo.
Miles de manifestantes bloquearon cuatro rutas nacionales con maquinaria agrícola, camiones y taxis en al menos 12 puntos del interior del país y organizaron marchas de menor concurrencia en Asunción desde el lunes.
El gobierno recortó además a 17 por ciento un reajuste en la tarifa del agua potable, inicialmente decretado en 20 por ciento, y se comprometió a instalar una mesa de discusión para acordar planes de reactivación de la economía, que no crece desde hace siete años.
“Yo tengo la comunicación formal de que se levanta el ‘tractorazo’” como se llamó a la protesta, dijo Antonio Ibáñez, presidente del estatal Instituto de Bienestar Rural y representante del gobierno en el conflicto.
La decisión de bajar el precio del diesel, en contrapartida, soliviantó a los vendedores de combustibles quienes amenazaron con desabastecer al parque automotor del país, dejando de comprar de la petrolera estatal Petropar.
“Lo que pedimos es respetar el ámbito de discusión que existía con las gasolineras porque no podemos estar en esta incertidumbre”, dijo en conferencia de prensa Blanca Lila Mignarro, dirigente de la Asociación Paraguaya de Estaciones de Servicio y Afines (Apesa).
“Queremos tener la seguridad de que esta decisión no va a cambiar la próxima semana”, agregó. Desde el miércoles en la noche los consumidores de diesel se volcaron a las estaciones de servicio y muchas quedaron con tanques vacíos de gasoil en la tarde de ayer, según testigos.
Los manifestantes pidieron también que el gobierno retire un proyecto de ley del Congreso que establece fuertes ajustes impositivos y cuya aprobación es una exigencia del Fondo Monetario Internacional para conceder un crédito de 200 millones de dólares al país.
La Cámara de Diputados, de mayoría oficialista, retiró el jueves el carácter de urgencia al proyecto, que ya tiene media sanción del Senado, y convocó una sesión extraordinaria para su tratamiento el martes.
Una comisión de la cámara baja dijo que propondrá elevar el Impuesto al Valor Agregado de 10 a 11 por ciento y reducir el impuesto selectivo al consumo de combustible diesel -gravado además con el IVA- de 38 a 30 por ciento sobre el precio de venta al público.
Esta propuesta suaviza los ajustes inicialmente aprobados por el Senado.
La manifestación se inició una semana después de que la policía disolviera con extrema violencia una demostración antigubernamental de simpatizantes del ex general golpista Lino Oviedo, exiliado en Brasil.
Los puntos centrales de la protesta fueron los departamentos de Alto Paraná, Itapúa y Cáguazú, centros agrícolas y comerciales del país.