México, D.F.- Ante la mirada atónita de más de 50 beatlemaniacos de todas las edades, apostados a las afueras del hotel donde se hospeda, Paul McCartney demostró por qué es todo un caballero inglés de la música, y cómo ha conquistado al mundo entero con su carisma y sencillez.
Cerca de las 16:00 horas, en medio de eufóricos gritos como ¡Paul, te amo!, decenas de seguidores fueron testigos de cómo el artista, vestido con pantalón beige, saco mostaza y camisa blanca, y su esposa, Heather Mills, abordaban la limusina blanca que los trasladaría al Palacio de los Deportes, donde ayer el intérprete ofreció el primero de tres conciertos.
Pese a los intentos de los elementos de seguridad para que ningún fanático o medio de comunicación viera cuando subía al automóvil, al escuchar al escandaloso público que lo aguardaba, Sir Paul no escatimó en saludar varias veces con la mano e incluso decir en más de una ocasión: ¡Hello México!, aunque fuera de lejos.
Sin embargo, para el público que viajó desde localidades como Nuevo León y Baja California, e incluso desde Gran Bretaña sólo para verlo unos segundos, el regalo más grade que el músico podía darles estaba a punto de llegar.
Al salir del estacionamiento del hotel de avenida Reforma, después de algunos instantes de incertidumbre, jaloneos y empujones, el ex Beatle y Heather, quien vestía un conjunto blanco, bajaron las ventanillas del lujoso coche para poder sentir en carne propia la euforia de sus seguidores, que no dudaron en correr a la par que lo hacía el automotor, creando una especie de valla humana.
Así, escoltado por un escuadrón de motociclistas de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, y dos automóviles Mercedes Benz, el cantante de temas como All my Loving, Can’t Buy Me Love y Yesterday salió, visiblemente emocionado para cumplir su cita con el público mexicano, que ante todo le ha mostrado su gran cariño.
Llegó el viernes
Procedente de la ciudad californiana de Los Ángeles, el ex beatle Paul McCartney llegó la noche del viernes para iniciar su visita a territorio mexicano y cumplir con tres presentaciones en la ciudad de México.
El avión Boeing 737 que trasladó al músico británico aterrizó a las 23:30 horas al Aeropuerto Internacional Adolfo López Mateos de la ciudad de Toluca desde donde partió hacia la capital mexicana.
McCartney descendió de la aeronave 20 minutos después del aterrizaje, tras haberlo hecho su esposa, Heather Mills, y sus músicos, terminando así nueve años de ausencia en tierras mexicanas.
El músico de Liverpool abandonó la terminal aérea a bordo de una limusina blanca, que formaba parte de un convoy integrado por un auto similar más tres autos con guardaespaldas, dos suburban y una camioneta de carga.
Ante la insistencia de los reporteros que lo esperaban, Paul accedió a bajar la ventanilla de su vehículo y permitió por algunos segundos que se le tomaran fotografías mostrando la “V” de la victoria.
Escoltado por elementos policiacos, McCartney fue trasladado desde la capital del Estado de México a un hotel de Paseo de la Reforma.