“En la política hay adversarios y correligionarios. Estos últimos son los más peligrosos”. Konrad Adenauer
No recuerdo nunca haber visto una conferencia de prensa como la que llevó a cabo este 10 de septiembre Mauricio Toussaint, oficial mayor de la secretaría de Relaciones Exteriores. En ella acusó al embajador de México en Cuba, Ricardo Pascoe, de haber cometido irregularidades financieras por un monto de 86 mil dólares. No se trata de un “pez gordo” —comentó con sorna o con saña Toussaint— sino de un simple pececillo de colores caribeños”.
¿Por qué una conferencia de prensa para machacar una acusación a un simple “pececillo”? ¿Por qué esta inusitada acción después de que el propio secretario de la Contraloría, Francisco Barrio, comentó que el embajador debía aún responder a las observaciones de la auditoría por lo que no había elementos para fincar alguna responsabilidad administrativa?
La decisión de acusar públicamente al todavía embajador —ayer, cuando traté de localizarlo telefónicamente, se me dijo que estaba en un “almuerzo oficial”— es producto en parte de la controversia sobre la cancelación de las fiestas patrias en las representaciones de nuestro país en el extranjero. Desde el mes de mayo pasado la secretaría de Relaciones Exteriores ordenó a todas las representaciones en el exterior hacer ahorros en gastos ceremoniales durante el año para con ellos sufragar, aun cuando sólo fuese en parte, los costos de las fiestas patrias.
Una fuente de la secretaría de Relaciones Exteriores me dice que Pascoe no sólo no hizo los ahorros sino que decidió levantar una controversia sobre la cancelación de los festejos, la cual estaba poniendo en entredicho no sólo a la Cancillería sino afectando la relación entre México y Cuba. Pascoe afirmaba que la cancelación se había debido a una vendetta política. Pero el dinero que Pascoe pudo haber ahorrado en gasto ceremonial para las fiestas patrias lo utilizó, según esta fuente, “en francachelas”. Ya de por sí las relaciones con Cuba están en un punto muy delicado —continúa el funcionario—: no era posible permitir que se siguieran deteriorando.
Quizá hayan existido las irregularidades financieras. No lo sé. Pero esta explicación me ratifica el hecho de que la inusitada conferencia de prensa de Toussaint tenía, efectivamente, una motivación política. Era necesario desacreditar al embajador Pascoe, y mostrar públicamente las irregularidades financieras de su gestión, antes de que él pudiera protestar por su remoción del cargo de embajador.
Pascoe es un hombre muy respetado en el medio político nacional. Doctor en economía por la London School of Economics, fue un académico brillante en la Universidad Autónoma Metropolitana. De muy joven inició su militancia política en la izquierda. Sirvió como diputado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores y desde 1987 se unió a la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas. Fue miembro fundador del PRD e importante funcionario de ese partido. Durante el gobierno de Cárdenas en la ciudad de México, se hizo cargo de la delegación política de Benito Juárez.
Pascoe —a quien conozco personalmente y de quien tengo la mejor de las impresiones en términos de inteligencia y honestidad personal— puso en la línea todo su capital político al aceptar la invitación del canciller Jorge Castañeda para ser embajador en Cuba. Fue, de hecho, el único perredista importante en aceptar un cargo de relevancia en el gobierno de Vicente Fox. Si bien en su momento el Consejo Político Nacional del PRD le dio libertad para hacerlo, hoy el partido le ha vuelto la espalda y ha descartado defenderlo.
Habrá que examinar con cuidado, por supuesto, toda la información sobre las presuntas irregularidades en la embajada una vez que la Contraloría haya terminado la auditoría y haya considerado las explicaciones del embajador sobre los gastos realizados. Tengo entendido que cuando el secretario Barrio declaró que no había irregularidades administrativas en el caso de Pascoe, no había recibido aún la parte de la auditoría que había encontrado los problemas más serios.
Sin embargo, estoy convencido de que la secretaría de Relaciones Exteriores actuó de manera incorrecta al organizar una conferencia de prensa para humillar públicamente al embajador Pascoe y de quitarle fuerza a cualquier protesta por su inminente remoción. Con justicia Pascoe habla de que ha habido saña en su contra.
TIAR
El gobierno mexicano ha hecho bien, en cambio, en iniciar el proceso de separación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Éste es un tratado concebido para la guerra fría y para los intereses de Estados Unidos, país que decidió no acatarlo durante la guerra de las Malvinas de 1982 para no enfrentarse al Reino Unido.