MATAMOROS, COAH.- Los precios de venta de las flores con motivo del Día de Muertos, fue la causa de discordia y enfrentamiento verbal entre comerciantes asociados y libres, el incidente generó la movilización de la policía.
Todo empezó cuando los comerciantes de mercancía diversa, de la familia de José Francisco Garay Aguilera, vendieron la flor a mitad de precio, comparativamente con los precios que ofreció la Asociación de Vendedores de Flores, que preside Margarita Domínguez Aguilera.
Los consumidores se encontraban felices, comprando en los puestos libres, ubicados en la banqueta de la avenida Hidalgo, dos ramos de Cempoatl, a 20 pesos, mientras que en la plaza principal, los comerciantes de la Asociación vendieron un ramo a 20 pesos y en algunos otros puestos a 25 pesos el manojo.
Cuando los 18 agrupados vendedores todos ellos, se dieron cuenta lo que estaba pasando, el ambiente se hizo hostil, en los puestos de flores instalados en la plaza principal, fue cuando empezaron a protestar y para evitar un conflicto mayor, la policía anti-motín llegó para vigilar el sector e intervenir en el caso que se presentara un problema de violencia, estuvo también el director de Seguridad Pública Municipal, Higinio Saavedra Medina.
El conflicto se agudizó a media mañana, cuando el consumidor compró más flor en los puestos en donde el precio estuvo más barato, lo que se manifestó en forma de desesperación por parte de los vendedores de flores de la Asociación, quienes de inmediato solicitaron la presencia del alcalde Humberto Luna Ibarra.
Lo anterior, para que el Alcalde mediante su intervención, pidiera a los comerciantes libres que se dedican a la venta de flor que se retiraran de la banqueta, o que igualaran los precios de venta.
Los Garay Aguilera señalaron: "No vamos a vender la flor en el interior del negocio y si nos obliga la autoridad, la vamos a vender más barata todavía (tres ramos de Cempoatl a 20 pesos), esto por supuesto va a generar que el cliente, el consumidor, acuda a comprar flores, como si lo estuvieran regalando, lo que definitivamente así será''.
Los precios, la diferencia
Los precios de los 18 comerciantes de la Asociación de Vendedores de Flores, por manojo o ramo, precios de Mario Alberto Rodríguez, la Mano de León, 25 pesos, Cempoatl, 20 pesos, ó 25 pesos, arreglos de Rosa, 150 pesos, la docena de Gladiolas, 70 a 80 pesos, la docena de Clavel, 50 pesos, Polar o Bombón, 50 pesos, Spider, 40 pesos la docena, arreglos de flor, 100 pesos, el manojo de Lluvia, 10 pesos, la Palma 20 pesos, la docena.
En otros puestos, una varilla de Nardo, cinco pesos, el manojo de Inmortal 30 pesos, y los demás vendedores marcaron todos igual sus precios.
La gran diferencia lo que costó la flor que vendieron los comerciantes libres, en el puesto de José Francisco Garay Aguilera, dos manojos de Cempoatl, 20 pesos, la docena de Gladiolas, 40 pesos, la docena de Clavel, 25 pesos y los arreglos de Rosas y otras flores 120 pesos, el manojo de Margarita y Bombón, 20 pesos.
El problema
Una solución
La marcada diferencia de opinión, sobre todo de parte de los vendedores de flores establecidos con los que se dedican a ese negocio en forma libre, por no pertenecer a ninguna agrupación, hizo que se dificultara la solución.
Sin llegar a la violencia, después de una reunión en la presidencia municipal, en la que se discutió libremente el tema, se logró una solución igualando todos el mismo precio, en este caso, los que protestaron fueron los consumidores.
La policía
La Policía Municipal estuvo dando vueltas en la plaza principal, sin necesidad de intervenir, hasta que todos los comerciantes, asociados y libres se fueron a las 12:00 horas, a la presidencia municipal, para estar en una reunión de la Sala de Cabildo, con Sergio Ayup Silveti, director de los Servicios Públicos Municipales, con la coordinación del secretario del Ayuntamiento José Concepción Salazar Portillo.
El consumidor
Las quejas de inmediato se dieron de parte de quienes estaban comprando flores, protestaron y manifestaron que no están de acuerdo con lo sucedido, los pleitos entre los comerciantes no tienen por qué estar afectando la economía de la gente, lo mejor sería que vinieran a poner orden los inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).