Tokio (EFE).- El tribunal de la provincia japonesa de Wakayama ha sentenciado a Masumi Hayashi a morir en la horca por matar a cuatro personas y envenenar a otras 63 con arsénico que vertió en la comida durante las fiestas de Wakayama en 1998.
Masumi Hayashi, de 41 años, fue condenada cuatro años después del crimen al final de un proceso durante el cual la acusación pidió la pena capital para la entonces presunta autora de los crímenes, que también había intentado matar a su marido y a un amigo para cobrar sus seguros de vida, según la sentencia.
El juez dictó el máximo castigo legal a pesar de que la fiscalía carecía de pruebas directas que relacionaran a la acusada con los asesinatos.
La acusación se basó únicamente en pruebas circunstanciales, incluidos los análisis de radiaciones mediante un aparato especial, el "sincrotrón", que según los expertos permitió establecer que el arsénico hallado en la olla donde se cocinó la comida "es el mismo producto" que el veneno encontrado en la cocina del domicilio de Hayashi.
Los abogados defensores insistieron en la inocencia de la acusada y argumentaron que la mujer no tuvo ni motivos ni oportunidad para poner veneno en la olla de la comida, mientras que Hayashi se negó a testificar durante el juicio.
El juez que presidió la sesión dijo que el análisis de los expertos sobre el arsénico era fiable y que por lo tanto "era muy probable" que estuviesen en lo cierto.
Además, el magistrado dijo que Hayashi se había encargado de preparar la comida durante las horas en las que se cree que ocurrieron los hechos, e indicó que la acusada conocía perfectamente los efectos letales del arsénico.
"La acusada era la única persona en la zona que tuvo la oportunidad de poner veneno en la olla", dijo el juez después de decidir que era razonable y fiable el testimonio de dos mujeres del vecindario que aseguraron que Hayashi se encontraba junto a la comida durante esas horas.
En cambio, el juez rechazó el testimonio de una de las hijas de la acusada, quien afirmó su madre se encontraba con ella durante las horas en que ocurrieron los hechos.
En cuanto a los motivos, la acusación argumentó que Hayashi, que había estado marginada por otras amas de casa del vecindario, sintió rabia y decidió matarlas con veneno.
La condenada cuenta con antecedentes en su contra, como cuatro acusaciones de intento de asesinato por envenenamiento a su marido, quien regentaba un negocio de desinsectación, y a un conocido, a quien trató de matar dos veces para cobrar los seguros de vida.
A éstos se suman tres cargos por fraude en la compañía aseguradora en la que trabajaba, en los que estuvo implicado su marido, quien actualmente cumple por ello una condena de seis años.
EFE