El día 8 de febrero de 1958 llegó a la ciudad de Torreón, Coah., el Lic. Adolfo López Mateos, candidato a la Presidencia de la República, apareciendo las siguientes notas en un periódico de la localidad, que en parte dicen:
?En el puente Nazas lo recibieron el gobernador y otros funcionarios. Una de las recepciones más entusiastas que se haya prodigado a persona alguna en Torreón, fue ofrecida ayer al Lic. Adolfo López Mateos, quien fue recibido aquí por una compacta multitud superior a las cincuenta mil almas. Desde mucho antes de la anunciada hora del arribo del candidato a la Presidencia de la República, podían verse desde la entrada del puente del río Nazas a lo largo de toda la calle Múzquiz hasta su entronque con el bulevar Torreón grandes contingentes portando mantas y carteles.
A la entrada del puente se colocaron grupos de estudiantes que incesantemente lanzaban porras y que ponían la nota de fiesta en el ambiente. También los integrantes de los sectores popular, campesino y obrero hacían lo propio, en tanto que los ferrocarrileros con matracas acompañaban sus aclamaciones. Por fin, a las 12:35 horas procedente de la ciudad de Gómez Palacio arribó el licenciado Adolfo López Mateos, quien junto con su comitiva fue recibido en el puente del río Nazas a la altura de la línea divisoria que separa los Estados de Coahuila y Durango.
El Gobernador del Estado Gral. Raúl Madero, los ex-Gobernadores Román Cepeda Flores y General Pedro V. Rodríguez Triana, el alcalde torreonense, señor Braulio Fernández Aguirre, el Procurador de Justicia del Estado, licenciado José de las Fuentes, los directivos regionales del Partido Revolucionario Institucional y otras destacadas personas, se encargaron de dar la bienvenida al candidato presidencial.
El licenciado López Mateos quien hasta aquí viajó en un autobús especial junto con su comitiva, descendió inmediatamente después de su arribo, dirigiéndose al grupo encabezado por el Ejecutivo Coahuilense, General Raúl Madero, con el que intercambió saludos, haciendo lo mismo con el resto de las personas ahí reunidas.
Poco después el General Madero se retiraba del puente del río Nazas, en tanto que una comisión de señoritas portando hermosos ramos de flores abrían una valla al candidato para que subiera al camión descubierto y adornado que lo esperaba a fin de conducirlo hasta la tribuna que sobre pacas de algodón se levantó a la altura del cruce que forman las calles Múzquiz y bulevar Torreón frente al monumento al Padre de la Patria. La muchedumbre que se arremolinó en torno al camión que conducía al licenciado López Mateos obligándolo constantemente a detener su marcha, originó que el escaso trayecto de quinientos metros se recorriera en poco más de treinta minutos. Ya al pie de la tribuna y casi junto a ella el licenciado López Mateos, tardó cuando menos cinco minutos para poder subir, pues la multitud deseosa de verlo cerca prácticamente le bloqueaba el paso, haciendo inútil la labor de los ayudantes.
Desde arriba de la tribuna podía apreciarse cómo el amplio bulevar Torreón resultó insuficiente para contener el gentío que se subió incluso a las azoteas de las casas, postes de luz, techos de vehículos, etc... El licenciado López Mateos respondía a la entusiasta recepción agitando constantemente sus manos...?.