SALTILLO, Coah.-- El llamado “narcomenudeo” se ha incrementado de manera notoria en Piedras Negras, sobre todo después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, debido a que la frontera se mantiene sobrevigilada, y a que los narcotraficantes pudieran haber escogido a Coahuila como una de sus rutas para la venta y transporte de drogas, según lo dejan de manifiesto las incautaciones de estupefacientes, detenciones de jóvenes drogadictos y los asesinatos al estilo de los “cárteles”, indicó el diputado y residente de la zona fronteriza, Heriberto Fuentes Maciel.
Dijo que a pesar de que en Coahuila el narcotráfico no ha alcanzado los niveles tan graves como en el resto de los estados del norte, esto no quiere decir que este problema no exista en nuestra entidad, y lo que comienza a verse debe ponernos en alerta.
“Hay una lucha y un reacomodo entre los cárteles de la droga, y las rutas tradicionales del narcortráfico están sobrevigiladas en la frontera con los Estados Unidos. Por eso es que ahora vemos un mayor movimiento en Coahuila. En Piedras Negras, se han incrementado los homicidios violentos, el año pasado se registraron 13 cometidos a la luz del día; hay má jóvenes consumiendo drogas y hay más denuncias de los padres de familias de las colonias, en el sentido de que circulan más estupefacientes en las calles”, expresó el legislador.
DESCONCENTRAR LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRAFICO
Fuentes Maciel, dijo que es evidente que la PGR se ha visto rebasada por los narcotraficantes; por un lado porque los “narcos” son mucho más que los policías federales y , por el otro, esta penetrada por la corrupción.
“El hecho de su combate sea un monopolio del gobierno federal, le resta capacidad al país para frenar el narcotráfico, por lo que consideró que se debe poner más competencia sobre un mismo delito. Los narcos podrán arreglarse con una policía, pero con tres de los tres niveles de gobierno les será muy difícil”.
Dijo que además hay que considerar la falta de pertenencia y territorialidad de los agentes de la PGR, porque como vienen de otras partes del país, no tienen sentimiento ni arraigo con los lugares donde prestan su servicio.
“Es decir, por ejemplo, que si yo soy de Piedras Negras y vivo en Coahuila, y aquí viven mis hijos y mi familia, voy a hacer las cosas bien no sólo por cumplir con mi deber, sino hasta por defensa de mis seres queridos lucharía por librar a mi ciudad y a mi estado del narcotráfico”.