NACIONES UNIDAS.- México se pronunció ayer por aumentar el número de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), limitar el poder de veto de los cinco permanentes y aumentar la transparencia de sus funciones.
Al participar en el debate anual sobre la reforma del Consejo, el embajador de México ante el organismo, Adolfo Aguilar Zinser, indicó que la composición del Consejo debe reflejar las "nuevas realidades" del mundo y una representación geográfica equitativa.
Debe tomarse en cuenta "el principio de distribución geográfica equitativa y el hecho de que es injustificable otorgar privilegios especiales a más países", sostuvo Aguilar Zinser.
Este es el noveno año consecutivo en que los miembros de Naciones Unidas discuten la manera de reformar al Consejo -órgano ejecutivo del organismo-, controlado por sus cinco miembros permanentes: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China.
Después de evaluarse varias fórmulas para la recomposición y mecanismos para modificar la estructura operativa del órgano ejecutivo, no ha habido avances concretos, en gran medida por la negativa de los cinco permanentes a cambiar "las reglas del juego".
El Consejo de Seguridad está integrado por 15 países, los cinco permanentes y 10 asientos repartidos entre los otros 185 miembros del organismo, los cuales cumplen periodos de dos años y que carecen del poder de veto.
Los no permanentes representan a los distintos grupos regionales de Naciones Unidas. México ocupa desde enero pasado uno de los dos asientos correspondientes a América Latina y el Caribe y su mandato terminará en diciembre de 2003.
"México está a favor de un aumento de número de los miembros no permanentes que al mismo tiempo conlleve a un mejor equilibrio geográfico" y considera que una reforma para incrementar a los permanentes sólo acentuaría desigualdades", dijo Aguilar Zinser.
Una de las corrientes de reforma más firmes consiste en aumentar el número de miembros permanentes para dar ese estatus a Alemania, Japón y a un representante de Asia, otro de África y uno más de América Latina.
La mayoría de los miembros de la ONU estima que esa fórmula es poco práctica y perpetuaría los privilegios de unas cuantas naciones, en detrimento del beneficio de la mayoría y de la transparencia y democratización de funciones.
Aguilar Zinser aseveró que el uso del veto por parte de los miembros permanentes "determina negativamente, en la mayoría de los casos, el proceso de toma de decisiones en el Consejo.
"La restricción y/o eliminación de ese privilegio anacrónico debe impulsarse firme y decididamente", acotó.
La postura del diplomático mexicano está acorde con la mayoría de la de los países de Latinoamérica y el Caribe, quienes se oponen a un aumento desproporcionado de miembros del organismo.
Perú, Costa Rica y Venezuela tienen incluso posiciones más radicales sobre el veto, apelando de manera directa a la supresión del mismo, en tanto México deja abierta la puerta a que su uso pueda ser "limitado".
"El objetivo de la reforma es contar con un Consejo más representativo, más transparente y más democrático, capaz de hacer frente con eficacia a los desafíos de nuestra era", concluyó Aguilar Zinser.
El Grupo de Trabajo ad-hoc sobre la reforma del Consejo tiene previsto sostener una reunión de alto nivel el próximo año.
NTX