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México, DF.- El Partido de la Revolución Democrática (PRD) procederá en contra de los perredistas que pudieran haber estado involucrados en la irrupción en la Cámara de Diputados, el martes pasado, pero exigió que las autoridades investiguen el caso hasta sus últimas consecuencias para deslindar responsabilidades.
La presidenta del PRD, Rosario Robles, reiteró que no hay pruebas que involucren al partido y por ello dijo que se reservan el derecho de proceder legalmente contra quienes los acusaron, en especial contra el diputado panista Felipe Calderón, que al rehuir al debate -dijo- reconoce que acusó para dañar la imagen del PRD.
La perredista sacó a colación lo que llamó “irrupción violenta e inconcebible” de funcionarios estadounidenses, que de la mano de funcionarios mexicanos acudieron al Senado de la República el 12 de diciembre para evitar que se aprobara un artículo transitorio que posponía la entrada en vigor de la eliminación de aranceles para 19 productos agropecuarios, como lo prevé el Tratado de Libre Comercio.
Consideró “inconcebible que los senadores mexicanos hayan cedido a esa presión” En México, afirmó, están al revés: las puertas del Congreso y del Gobierno Federal se cierran a las organizaciones campesinas, pero se abren a los funcionarios estadounidenses que van “de la manita de los nuestros” a presionar.
Es grave tanto lo uno como lo otro, corrigió, pero consideró que es más aún la intromisión de los funcionarios norteamericanos porque “representa una pérdida brutal de nuestra soberanía y es una intromisión abierta de otro gobierno en nuestros asuntos internos”.
En ese sentido, la perredista lamentó que nadie de quienes han acusado al PRD por los hechos del diez de diciembre en la Cámara baja haya alzado la voz para condenar la irrupción de los estadounidenses en el Senado, tal como lo documentaron los medios de comunicación. En rueda de prensa, Robles reiteró que resulta sospechoso que a estas alturas todavía no haya una demanda para que la PGR investigue los hechos del diez de diciembre y que ese hecho y el que Calderón Hinojosa haya rehuido el debate son indicios de que todo fue una campaña de provocación para acusar al PRD.
Recalcó que el PRD seguirá apoyando las demandas de las organizaciones campesinas que resumieron en seis puntos: moratoria, mayores recursos al campo, programa emergente para 2003, inocuidad y calidad para los productos que ingresan al mercado mexicano y reforma indígena.
Advirtió que de nada servirá acusar al PRD de alentar la violencia si no se toman desde ahora las acciones de apoyo que demanda el campo.
Robles aseguró que el PRD comparte la lucha pacífica, por los cauces legales e institucionales, pero lo que hagan las organizaciones campesinas, que son autónomas y no pertenecen a ese instituto político, es asunto de las propias organizaciones.