Afirma el investigador Arturo Guevara que el centro arqueológico ha comenzado a revelar importantes datos
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DURANGO, DGO.- El investigador Arturo Guevara Sánchez anotó que es necesaria una mayor atención y cuidado de las pinturas policromas ubicadas en el sitio arqueológico “La Cueva de los Monos”, en Durango, ya que han comenzado a revelar importantes datos sobre su cultura.
El autor del proyecto “Un sitio con arte rupestre”, al dar a conocer estos descubrimientos, afirmó que este sitio arqueológico ha dado importantes datos culturales a partir de la ilustración de una sangrienta batalla entre tehuanes y extraños.
En el plan que a su vez forma parte de los Ensayos de Antropología e Historia de la entidad, el especialista hizo notar que, paradójicamente, varias de las pinturas están seriamente dañadas, y al comparar el estado actual con otros sitios se puede apreciar que los daños han ocurrido recientemente.
El investigador del Centro INAH-Durango comentó que la relevancia de estas pinturas rupestres, radica precisamente en que se describe una sangrienta batalla entre los indígenas locales y un grupo de “jinetes con sombrero”, que debió ocurrir en un momento no definido hasta la fecha probablemente en el siglo XVII, por el estilo de los atavíos allí representados.
Los artistas que realizaron estas modestas obras de arte rupestre, comentó, plasmaron escenas de sufrimiento de quienes habitaban la región en esa época, conocidos como tepehuanes.
Así, los artistas de antaño dieron una idea ágil de un acontecimiento observado por sacerdotes, que seguramente efectuaron algún rito para ofrecer distintos tipos de apoyo ideológico al grupo indígena.
Además se observa en las obras rupestres, la representación de animales que aluden a la muerte, asociados íntimamente a la guerra; pero resulta impactante los que debieron ser perros de ataque que acosan a los indígenas, quienes se defendían con arcos y flechas.
En esta representación también se puede apreciar gente que sufría al ver los resultados de la contienda, como es el caso de una escena de gran impacto en donde aparecen dos personajes, uno de ellos con un gran sombrero, retratado en el momento en que está enfrascado en una batalla personal pero que llevaba la cabeza destapada.
Mencionó el investigador que también se revela la presencia de figuras humanas que parecen ser de apoyo ideológico, gente con atavíos de aves y con tocados de uso ceremonial que deseaban colaborar de algún modo en la dirección de los acontecimientos.
Luego de la descripción, Guevara Sánchez agregó que es evidente que esta cueva sólo pudo ser ocupada brevemente como habitación, ya que su forma es alargada y hacia arriba en un ángulo incómodo para subir. Sin embargo, se detectaron distintos desechos que indican que el sitio fue ocupado, cuando menos, durante la época colonial.
No obstante la gran relevancia histórica del sitio arqueológico para el estado de Durango, al público visitante no le resultan atractivas sus pinturas rupestres como las de otros lugares, pues, los diseños son toscos y de color negro intenso, algunos de los cuales debieron ser hechos con minerales y carbón.
Pero, por otro lado, el material con el que fueron realizadas les ha permitido subsistir, ya que se confunden con manchas en las paredes rocosas.
“La Cueva de los Monos”, es un sitio localizado en un área de la población Esfuerzos Unidos, en el municipio de Nuevo Ideal, muy cerca de una corriente de agua donde se forma una represa conocida como el Charco Azul.
El nombre de “La Cueva de los Monos” se le atribuye porque sus muros fueron decorados con numerosas pinturas de color negro intenso, y en algunos casos se deduce que el material utilizado es dióxido de manganeso, informó en un comunicado del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).