La Jornada
TIJUANA, BC.- Activistas defensores de los derechos de los indocumentados en esta región colocaron ayer tres carteleras en las fronteras entre Tijuana y San Diego, California, así como en la formada por las ciudades de Mexicali y Calexico, demandando el cese de la Operación Guardián por parte del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos a la que se le atribuyen las muertes de al menos dos mil 200 migrantes.
Además, en el marco del Día de Muertos, en la barda fronteriza entre Tijuana y San Diego se colocaron 15 cruces recordando a los menores de edad que fallecieron este año en su intento por llegar a California.
En esta frontera los activistas de ambos lados de la frontera desplegaron en la barda metálica que marca la línea divisoria, una manta en la que 2,200 cruces dan forma a la línea divisoria entre México y Estados Unidos.
La manta mide un metro y medio de ancho por diez metros de largo, el fondo son los colores de las banderas, con el rojo de ambas formando la línea divisoria. El texto que acompaña a la manta dice: "2,200 muertes en la frontera. Todas notables. ¿Cuántas más serán el próximo Día de Muertos?".
"La imagen de la frontera, saturada de cruces, es algo que realmente conmueve", dijo Oscar Escalada, quien encabeza una coalición bajacaliforniana de albergues para migrantes. La manta fue diseñada por la artista Susan Yamagata del Taller de Artes Fronterizos en San Diego, California.
Mientras tanto, en Mexicali se recordaron a los migrantes muertos colocando en la barda junto a la garita principal dos carteleras gigantes de un metro y medio de ancho por dos metros de largo. En una de las carteleras están inscritos los nombres de todos los migrantes identificados. Esta manta pregunta "¿Cuántos más?".
La otra cartelera es una fotografía ampliada de migrantes cruzando la frontera, con galones plásticos en mano. Ahí se pregunta en inglés: "Would you walk across mountains and deserts for a job?" (¿Caminarías a través de montañas y desiertos por un trabajo?) Mónica Oropeza, quien dirige el Albergue del Desierto, un refugio para migrantes en esa ciudad, indicó que esa pregunta esa un llamado a la conciencia de ambos países.