Primera de dos partes
En una primera impresión se trata de piezas sueltas. Sin embargo, el rompecabezas comienza a prefigurar un paisaje político, social y -ya se puede decir- electoral bastante complicado. La disputa por el poder, ése es el verdadero nombre del juego, amenaza con desbordar la arena política.
Hasta hoy, esas piezas sueltas se expresan como sucesos aislados, aparentemente sin conexión entre sí. Empero, si se les mira con cuidado, esas piezas embonan e integran un cuadro distinto al anhelo democrático.
Las fuerzas y los actores políticos se están realineando, haciéndose de pertrechos de muy variada índole. Ven el año entrante no como un año electoral, sino como la oportunidad de ajustar cuentas entre el pasado y el presente, sin ni siquiera asomarse al futuro.
*** Primera pieza suelta: ¿Un subcomandante desbocado? Ausente durante meses, el subcomandante Marcos irrumpió en escena de la peor manera, hace unas semanas: emparentó la causa indígena con el terrorismo de ETA. Los instrumentos empleados en ese despropósito, fueron lamentables: el chiste como recurso, el insulto como argumento, el dogma como razonamiento. Varios de los simpatizantes del subcomandante pero, sobre todo, simpatizantes de la causa indígena se han deslindado del planteamiento. No podía ser de otro modo, en su comunicado el guerrillero se ceba sobre el juez español Baltasar Garzón colocándolo en el centro de su blanco y, por la pobreza del discurso esgrimido, deslegitima la causa zapatista. El desprecio por la justicia que reclama, la burla al esfuerzo por no dejar en la impunidad brutales genocidios y la descalificación de la democracia como arena civilizada para abrir espacio a los derechos, obligó el deslinde de intelectuales nacionales y extranjeros que, en algunos casos, quisieron darle por beneficio al guerrillero la excusa del exabrupto o el desbocamiento. Pero hay un problema, en un segundo planteamiento, el del siete de diciembre, Marcos mantiene la postura y va más lejos: se compromete, si el juez Baltasar Garzón cumple las condiciones que le exige para entrar en debate, a pedir “una tregua unilateral” a ETA. Se derrumba, entonces, la teoría del exabrupto, del desbocamiento o la locura. La reiteración de la postura abre una terrible interrogante: ¿El pronunciamiento de Marcos fue hecho a iniciativa propia o en pago de favores recibidos de ETA? En España, la justificación del desbocamiento o la desmesura no explica el afán de Marcos de colocar en la mira al juez Baltasar Garzón y, entonces, en el escenario mexicano aparece una pieza suelta que, en la apariencia, no encaja en el rompecabezas político de estos días. ¿Cuál es el compromiso del subcomandante con una causa que tiene por saldo el asesinato de 853 personas? Dicho una vez, repetido y ampliado otra, el planteamiento de Marcos vulnera la legitimidad de su autoridad frente al movimiento que encabeza y constituye, absurdamente, un atentado pero contra la causa zapatista. Cuál es la deuda de Marcos con ETA, qué vereda recorre ahora el subcomandante. Cómo terminará por embonar esa pieza en el rompecabezas.
*** Segunda pieza suelta. El elogio del fracaso y el ruego como recurso. Concluye el periodo ordinario del Congreso de la Unión, por ningún lado aparecen las reformas estructurales -la energética, la fiscal, la laboral- que constituyen supuestamente la razón del inmovilismo del gobierno, eso sí, el presupuesto se aprueba más rápido pero tan mal como antes, y el presidente Vicente Fox hace el elogio del Congreso. Saluda la aprobación “responsable” del presupuesto y califica de “ejemplar” la actuación de los legisladores. Elogia, sin querer, el fracaso de su secretario Francisco Gil para verdaderamente darle un mejor contenido al presupuesto. Días después, su esposa, la primera dama de la nación acude a la basílica y ruega a la Virgen de Guadalupe por la entereza de su esposo y el éxito de su gestión. Nada de malo hay con las creencias y prácticas religiosas de los hombres y las mujeres con vida pública, pero cuando a esas íntimas creencias se les da un carácter público y mediático, al tiempo que se le da un contenido religioso a la política, el resultado puede ser delicado. Hay en esas conductas, la del matrimonio presidencial, una pieza suelta que perfila a un Presidente solo, cuya esposa hace del ruego un instrumento de la política.
*** Tercera pieza suelta. El realineamiento de los medios de comunicación. A lo largo del año se han dado cambios de largo y corto alcance en materia de comunicación tanto electrónica como impresa. La transparencia informativa y el acceso a la información tardarán en verse, pero sin duda repercutirán considerablemente en la toma de decisiones ciudadanas. Otra medida que, sin duda, arrojará en un plazo menor otros resultados es el establecimiento de criterios en el uso del tiempo fiscal del gobierno en los medios electrónicos, como en el otorgamiento de la publicidad oficial a los medios informativos. Aquellos medios que no hayan logrado sanear sus finanzas y diversificar sus fuentes de ingresos tendrán problemas. Por si ello fuera poco, en cuestión de semanas, el panorama de la prensa escrita en la capital de la República tuvo un ajuste importante. Tres periódicos fueron vendidos, dos más anuncian u operan cambios en su estructura interna y dirección, en uno más se pronostica su cierre o su venta. Argumentos u operaciones financieros o comerciales justifican esos cambios, pero ahí no quedan. Se ve, además, el ingreso de algunos grupos políticos al campo de la información y la comunicación para contar con sus propios medios de expresión. Continuará...
Se alistan algunos de esos grupos de cara a lo que viene y lo que viene es bastante complicado. Si a ese cuadro se suma la situación que guarda la radio, la circunstancia es todavía más interesante. La radio ha entrado en una crisis de formato y, en esa medida, sus ingresos están por debajo de sus expectativas. Desde luego, el año entrante vendrá la inyección económica que la propaganda electoral derrama pero es claro que hay un realineamiento en los medios de comunicación. Esa pieza suelta encontrará acomodo en el rompecabezas de estos días con más rapidez que otras.
*** Cuarta pieza suelta. La balcanización del PRI. Mucho se había hablado del peligro de la balcanización de la principal fuerza opositora. Esa posibilidad se tomó con ligereza pero la incapacidad de Roberto Madrazo para darle cohesión a esa fuerza política convalida aquel pronóstico. La balcanización se advierte, hasta ahora, en la designación de candidatos a los gobiernos estatales que estarán en juego el año entrante y se notará claramente en la integración de la lista de candidatos plurinominales a la Cámara de Diputados. Madrazo ostenta el título de presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor pero, a la fecha, no ha logrado consolidarse como líder de esa formación. Si se revisa a quienes han conseguido alzarse con la candidatura del PRI a los gobiernos de Sonora, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Campeche y Colima es claro que hay muchos partidos dentro del PRI. Está el de Elba Esther Gordillo, el de Francisco Labastida, el de algunos gobernadores y está la ineficaz administración de ese condominio que Roberto Madrazo no logra encabezar. Cada una de las elecciones internas del PRI ha dejado ver divisiones o fracturas pero, sobre todo, ha dejado ver que los grupos o corrientes que buscan la hegemonía y el control al interior del PRI están poniendo en juego todos sus recursos no sólo para desplazar sino para aniquilar a sus adversarios internos. Lo más curioso de la descompostura tricolor que Madrazo no logra contener es que, en la escala estatal, el PRI tiene la oportunidad de rehacerse, en la medida en que Acción Nacional no pasa por su mejor momento. Los gobernadores que la fuerza albiazul ha logrado colocar en distintos palacios de gobierno no han dejado una buena memoria de su paso o, peor aún, algunos de los que hoy ocupan posiciones de poder han hecho de la frivolidad, la vanidad, la incapacidad y el arrebato su tarjeta de presentación. Quedaría el PRD pero esa fuerza no acaba de definir qué quiere ser, la izquierda que encarna el perredismo se encuentra extraviada: incapaz de elaborar un discurso y una propuesta seria de gobierno. En el campo de los partidos políticos son muchas las piezas sueltas y el problema es que el acomodo de ellas se dará en la contienda abierta, en el rompecabezas electoral del año entrante.
*** Quinta pieza suelta. El control de la política interna. Ante ese cuadro tan movido donde el mismo Presidente de la República no acaba de trazar su propia personalidad política, donde los grupos armados se dejan sentir de vez en vez, donde los partidos se consumen en sus pleitos internos sin conseguir trazar líneas consistentes de acción, donde los medios se realinean, donde el gabinete no acaba de integrar un equipo ni reconoce rangos ni jerarquías entre sus miembros, y donde la desesperación social rebasa o revienta los canales institucionales de participación, el secretario de Gobernación tiene frente a sí una tarea en extremo difícil. Carece de interlocutores, carece de operadores leales y carece de instrumentos para hacer política. La situación del secretario es cada vez más difícil y aparece como otra pieza suelta que no acaba de encontrar acomodo en el rompecabezas.
*** Sexta pieza suelta. Los indiciados. Por si al paisaje le faltara algún otro ingrediente, están los políticos indiciados como genocidas o asesinos o corruptos. Todos y cada uno de ellos son actores-factores políticos de peso considerable que, viendo el grado de descompostura y de falta de gobierno, en su defensa no descartan la aplicación de recursos extralegales. Algunos de ellos comienzan a verse tentados por la idea de encarar su proceso judicial, no sólo por la vía legal, sino incorporando elementos de la política de cañerías. Esas piezas sueltas podrían sentir que no tienen acomodo en el rompecabezas y, entonces, comportarse como chivos en cristalería en un momento en extremo delicado.
*** Hay, pues, muchas piezas aparentemente sueltas en el rompecabezas que se comienza a configurar.
Un rompecabezas que probablemente no integra el paisaje de una democracia que se consolida ni el de un Estado de Derecho que se fortalece. Armar ese juego en medio de la contienda electoral que se avecina no será un ejercicio sencillo. Exige mucho oficio, mucho talento, mucha inteligencia política. Quién levanta la mano y dice yo puedo.