Sonora es el primer estado, de los seis que renovarán gubernaturas el año próximo, donde quedaron definidas las candidaturas relevantes. Este domingo el senador Ramón Corral ganó la de Acción Nacional. Hace dos semanas el también senador Eduardo Bours obtuvo la del PRI. Entre ellos se librará la batalla por la victoria, si bien contarán también en el resultado los candidatos del PRD, Jesús Zambrano, y de Alianza Social, Eduardo Rosas, ambos aspirantes por segunda vez.
Los candidatos de los dos partidos con mayor votación en Sonora fueron elegidos en comicios internos muy disputados. En el proceso priísta participaron cuatro aspirantes.
No ganó el impulsado por el gobernador Armando López Nogales, Alfonso Molina Ruibal, ni Guillermo Hopkins, diputado federal que contó entre los amigos más cercanos de Luis Donaldo Colosio, circunstancia en que cifraba sus posibilidades. Y mucho menos figuró Héctor Cáñez Vázquez, cuya precandidatura fue más bien testimonial.
Contra los pronósticos ganó Eduardo Robinson Bours, que en apariencia resultaría afectado por las indagaciones sobre el dinero público llegado ilegalmente a la campaña de Francisco Labastida, de la que el senador con licencia fue coordinador de enlace empresarial y finanzas. Pero su triunfo —dicen sus antagonistas que labrado a base de una fuerte inversión— fue inobjetable, pues sumó más del 50 por ciento de los 158 mil votos emitidos el 29 de septiembre: sus 79,100 sufragios no fueron superados por la suma de los 51,678 de Molina Ruibal; los 21, 527 de Hopkins y los menos de dos mil de Cáñez. Por su parte, Corral Ávila venció a un solo contendiente, el alcalde de Hermosillo Francisco Búrquez. Uno y otro tuvieron que dejar al margen de la contienda a Alfonso Durazo, el secretario privado del presidente Fox, que antes lo fue de Colosio también. Pasado al foxismo en mayo del 2000, Durazo ganó y mantiene la confianza del candidato y luego del titular del Ejecutivo, por lo que su aspiración de participar en la política de su estado natal lo puso en un dilema que otros se encargaron de resolver por él. Los panistas de antaño y el aparato local del partido cerraron filas para impedir que siquiera participara en la contienda interna, y Durazo se quedará en Los Pinos, aunque su candidatura hubiera significado, probablemente, un crecimiento notorio en la votación panista, por el número de miembros del PRI que acaso hubieran sufragado por él.
Favorecieron a Corral Ávila 3,650 de los 6,324 sufragios emitidos a través de un moderno mecanismo de selección electrónica, en que al contacto con la credencial del votante se abría el sistema, con la imagen de cada candidato. Bastaba tocarla en la pantalla para que se registrara el sufragio en los centros cibernéticos localizados en las ciudades donde se concentra la votación panista.
No es muy fructuoso comparar las cifras de votación de uno y otro partidos, pues Acción Nacional tiene muchos más votantes que militantes.
Así lo probó la elección federal de hace dos años, cuando los ahora candidatos a gobernador disputaron las senadurías, contienda en que Corral Ávila derrotó a Bours. La fórmula panista obtuvo entonces 383,500 votos mientras que la del PRI llegó a 339,165. No son traducibles las cifras del 2000 a las del año próximo, sin embargo, entre otros factores por la fuerte presencia que tuvo entonces el candidato presidencial Fox, ausente de la batalla del 2003. Labastida tuvo menos votos en Sonora que los candidatos priístas al Senado y a la Cámara, mientras que Fox sobrepasó con mucho los números de sus compañeros candidatos.
Los candidatos del PAN y el PRI, además de haber ocupado al mismo tiempo curules en Xicoténcatl, tienen muchos rasgos comunes. Ambos son ingenieros industriales, activos empresarios y los dos participaron también en los organismos del sector privado, terreno en que el candidato priísta aventajó notoriamente a su adversario, pues ejerció los máximos cargos de representación en el nivel nacional.
Bours nació en Ciudad Obregón en 1956, en una familia dotada de gran poder económico y político. Su padre, Javier Robinson Bours Almada fue diputado federal en el sexenio de Echeverría, aunque quizá su militancia priísta se resintió por los embates demagógico-agraristas de ese Presidente.
Quizá por eso Eduardo Bours aplazó su entrada activa al PRI, y se mantuvo durante muchos años en la política empresarial y no la de partido. Graduado en el Tec de Monterrey, dirigió la conocida empresa avícola Bachoco de 1980 a 1992, año en que fue elegido presidente del Consejo Nacional Agropecuario. Fue el enlace entre el gobierno, los empresarios y los bancos para el arreglo de la deuda producida por la crisis de 1995, en lo que se llamó “el Barzón de los ricos”.
Del éxito de su gestión se derivó el que fuera elegido presidente del Consejo Coordinador Empresarial, condición de la que pasó a coordinar las finanzas de Labastida, primero en la contienda interna y luego en la constitucional.
Corral Ávila lleva el nombre de su bisabuelo, gobernador de Sonora dos veces durante el porfiriato. El ahora candidato panista nació en 1946 y presidió el consejo de administración de varias empresas, representando a las cuales fue también presidente de la Canacintra y del Centro empresarial del norte de Sonora. Como otros muchos dirigentes privados, allí forjó su decisión de ingresar al PAN, lo que hizo en 1988. Ejerció funciones en la dirección local y fue diputado federal en la legislatura anterior.