El Caso de un bebé evidencia la faltade atención al grave poblema de salud
TORREÓN, COAH.- Con 31.7 microgramos de plomo por decilitro de sangre y sin cumplir aún el mes de nacido, José Juan es un bebé hiperactivo. Por las noches le cuesta trabajo conciliar el sueño y se molesta cuando su madre permanece mucho tiempo con él en los brazos.
José Juan Diego Saucedo Acosta nació el pasado 21 de septiembre de 2002. A diferencia de otros bebés, suele dormir poco, en algunas ocasiones se pone de mal humor y llora constantemente. Por eso, su madre lo llevó al Hospital General a revisión médica y el diagnóstico fue un elevado contenido de plomo en su sangre.
María Guadalupe Acosta, madre de José Juan, vive en la colonia Luis Echeverría y durante los primeros meses de su embarazo trabajó para la empresa Peñoles. Pero cuando sus patrones se percataron de su estado, la despidieron sin darle ninguna explicación.
De agosto a diciembre de 2001, tiempo en que María Guadalupe trabajó para la empresa Peñoles en las brigadas de limpieza, todo iba bien. A diario barría las calles y casas de las colonias consideradas de alto riesgo.
Sin embargo, al realizar la Secretaría de Salud un muestreo entre cientos de embarazadas, María Guadalupe fue la única en romper la norma: tenía 24.4 de microgramos de plomo en la sangre. Inmediatamente se ordenó su reubicación, es decir, tenía que cambiar de domicilio y recibir tratamiento médico.
A decir de María Guadalupe ni ella ni su bebé se pueden cambiar de casa, pues su esposo apenas si percibe los 500 pesos por semana y desde hace años viven de con sus suegros: “cómo nos vamos a cambiar si no tenemos muebles, ni una estufa, ni dinero para comprar nada”.
La Secretaría de Salud asegura que mientras María Guadalupe y su hijo no se cambien de casa, será imposible disminuir los niveles de plomo en la sangre de José Juan: “nosotros ofrecemos una casa, pero no les vamos a comprar muebles, eso es imposible y no lo vamos a hacer”, señala Víctor Alfonso Luján Galván, coordinador del Programa de Metales.
Falta cuidado
Para Martha Arreola Medina, vicepresidenta del Movimiento Ciudadano en Defensa de los Niños Dañados con Metales Pesados, la Secretaría de Salud no atiende de manera adecuada a las mujeres embarazadas y menores con plomo en la sangre.
“Quisiera hacer un llamado a las mujeres embarazadas que tomen conciencia: deben realizarse constantemente chequeos médicos, insistir para que sus hijos sean atendidos en forma adecuada, es una vergüenza y da pena que un niño recién nacido tenga tan elevado el índice de plomo en la sangre”.
Otro grave problema, dice Arreola Medina, es que el Centro de Rehabilitación Infantil (CRI) no cuenta con suficiente personal para atender a los menores con plomo en la sangre y problemas neurológicos.
“Desde hace un año estamos pidiendo a la Secretaría de Salud que se contraten trabajadoras sociales, psicólogos, en estos momentos en el CRI una sola persona atiende a 200 niños, así no pueden recibir una atención adecuada”.
Además, dice, a últimas fechas la Secretaría de Salud niega atención médica a los menores con plomo en la sangre que presentan otros problemas de salud: “si los niños tienen fiebre, deshidratación, dolor de oídos, cualquier malestar ahora les cobran la consulta y eso no es correcto porque para eso se creó un fideicomiso para atender a los menores dañados por metales pesados; se alega que no son síntomas relacionados con el plomo y por eso no los atienden”.
Martha Arreola Medina asegura también que las mujeres embarazadas reciben poca información sobre el plomo: “ni siquiera saben qué es el plomo, cuáles son los riesgos, tampoco saben qué alimentación deben seguir, hay mucha desinformación”.
Sí se brinda atención: SS
Víctor Alfonso Luján Galván, coordinador del Programa de Metales, se defiende y asegura que la Secretaría de Salud brinda atención adecuada a mujeres embarazadas y menores afectados por plomo en la sangre.
El caso de María Guadalupe, dice Luján Galván, se detectó cuando se realizó un muestreo en las colonias consideradas de alto riesgo. Hace cuatro meses se enviaron 756 citatorios a mujeres embarazadas y sin embargo sólo acudieron 180.
“Entre ellas se analizó a María Guadalupe, fue la única mujer que salió con más de 24 microgramos de plomo en la sangre, desde el momento en que fue detectada esta señora y de acuerdo a lo que el Comité de Salud Interinstitucional tiene normado como criterios de reubicación en embarazadas se le ofrecieron varias cosas”.
A María Guadalupe, asegura, se le ofreció atención médica gratuita en el Hospital General y que incluye el control prenatal, con exámenes y un estudio de monitoreo del producto con ultrasonidos durante su crecimiento.
“A la señora se le ofertó eso y además llevó un control irregular durante su embarazo, le ofrecimos la reubicación de la colonia Luis Echeverría, pero nunca la aceptó, incluso se nos dificulta localizarla porque su casa siempre esta vacía”.
María Guadalupe y su esposo, agrega Luján Galván, se negaron a ser reubicados e incluso solicitaron que mejor se costeara el parto. “Nos firmaron una carta donde ellos dicen no estar de acuerdo en cambiarse de casa porque argumentan situaciones económicas, que no tienen muebles, entre otras cosas”.
Cuando nació el bebé en el Hospital Universitario, dice, se le detectó un elevado nivel de plomo en la sangre y se le hizo saber a María Guadalupe la necesidad urgente de cambiarse de domicilio: “se le dieron citatorios, pero no ha acudido a revisión, ya sabe que tiene una casa a su disposición pero no la podemos amueblar, eso es imposible”.
Advierte: “si el bebé sigue sin recibir atención médica y viviendo en el mismo lugar podría tener un problema serio de salud, pues la exposición crónica puede generar problemas de diversa índole, los más delicados se dan a nivel de sistema nervioso central”.
Y mientras se decide si se amuebla o no la casa donde María Guadalupe y su hijo deben vivir, la hiperavidad de José Juan no lo deja descansar como a cualquier otro bebé de su edad.
Sectores afectados
· En 1998 el radio de atención médica era de 1. 5 kilómetros a la redonda de la empresa Peñoles.
· A la fecha la Secretaría de Salud tiene un radio de atención de 6.5 kilómetros a la redonda de la empresa Peñoles.
· Algunas de las colonias que ahora son atendidas son: Lázaro Cárdenas, Santiago Ramírez, entre otras.
· En población adulta no expuesta laboralmente, el proyecto de norma actual vigente considera normal hasta 25 microgramos de plomo por decilitro de sangre.
· En el caso de los infantes es de 10 microgramos de plomo por decilitro en la sangre
Fuente: Coordinación del Programa de Metales.
RECHAZAN LA ATENCIÓN
La Secretaría de Salud niega que las mujeres embarazadas y menores con plomo en la sangre no reciban atención médica:
· Hace cuatro meses se enviaron 757 citatorios a mujeres embarazadas y sólo 180 acudieron a realizarse la muestra, es decir, un 24 por ciento.
· En ese 24 por ciento se encontraron el promedio de nivel de plomo en la sangre fue de 4.9 microgramos.
· María Guadalupe fue la única mujer que tuvo niveles superiores de plomo en la sangre: 24. 4 microgramos.
· Se requiere renovar el censo para conocer si el 76 por ciento de las mujeres que no atendieron al llamado de la SS continúa sin recibir atención médica.
Fuente: Coordinación del Programa Metales
Los números
De 1998 hasta el 2002 se han aplicado un total de 55 mil 266 muestras de inicio y control de personas afectadas por plomo en la sagre en las colonias aledañas a la empresa Peñoles.
1998 218
1999 15, 372
2000 11, 147
2001 13, 370
2002 15, 159
Total: 55, 266
Fuente: Secretaría de Salud