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MEXICO, D.F.- Al parecer vamos para atrás en materia de ópera, asegura la soprano Amparo Cervantes, quien argumenta que si bien este año se hicieron 19 funciones, en 1985 se realizaron más de 50 en tres temporadas.
La integrante del Coro de la Ópera de Bellas Artes explica que los números que ahora se proporcionan en tono celebratorio como parte del informe anual de actividades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes son semejantes a los que se dieron sólo en la primera temporada de 1985 correspondiente a los meses comprendidos entre enero y abril.
Participante permanente del mundo de la ópera mexicana desde hace dos décadas, Cervantes habla de una sensible reducción en las actividades operísticas en el país, de la que dice nadie parece darse cuenta.
“Es lamentable que el Palacio de Bellas Artes, que es la casa de ópera más importante desde el río Bravo hasta el Teatro Colón de Buenos Aires, sufra una merma tan importante en su vida operística, que es ya una tradición más que centenaria de nuestro país”, dice con indignación la cantante.
“No creo que sea grave un recorte de dos o tres óperas en un total de 16 ó 20 títulos pero en un proyecto de nueve, los efectos son devastadores y por demás desalentadores para quienes se preparan durante toda una vida, realizan un esfuerzo y al final se encuentran con la triste realidad”, afirmó la intérprete que estrenó en México en un Festival Internacional Cervantino de 1990 los 14 lieder de Friedrich Nietzche.
Al referirse a otro tema que le preocupa, la dos veces becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes lanzó una pregunta que dice puede ser respondida por las autoridades de cultura del país, “o quizá un poco más arriba”: ¿Quién decide el uso del Palacio de Bellas Artes y sus prioridades?
“Este tema me preocupa porque todo parece indicar que, en un momento dado, las actividades artísticas del Palacio de Bellas Artes son menos importantes que otras de carácter político y social de los funcionarios en turno... o tendría que decir ¿comercial?”.
“En los tiempos que corren ocurre lo que nunca antes pasó, los grupos artísticos no tenemos fechas disponibles para realizar más funciones porque se nos dice que el espacio está ocupado”, plantea la hasta hace unas semanas miembro del Consejo de la Ópera.
“México tiene en sus artistas de la ópera uno de sus orgullos mundiales que lucharon por ganarse un lugar de privilegio. Con los recortes federales a la cultura no podemos seguir gritando a los cuatro vientos que somos un país de avanzada y que vamos hacia adelante”, finalizó la artista.