EFE
MÉXICO.- Racial y con una belleza que deja al trasluz sus orígenes puertorriqueños, Jennifer López salió del Bronx, uno de los barrios más conflictivos de Nueva York, para convertirse en una auténtica diva, tanto en el cine como en la música. Se define como una mujer “muy apasionada que se vuelca con su trabajo y se sacrifica a sí misma para poder ayudar a otra gente”.
Le ha costado mucho conseguir todo lo que tiene, más de diez años, y por eso se toma su trabajo muy en serio. “Es el sueño americano y yo lo estoy viviendo. Ser mujer y latina es como recibir dos golpes directos. Te ponen a prueba todo el rato y es muchísimo más difícil conseguir lo que se quiere”.
Jennifer López nació en el Bronx el 24 de julio de 1970. Hija de un matrimonio de puertorriqueños, David López, especialista en ordenadores y Guadalupe Rodríguez López, profesora, es la pequeña de tres hermanas y “como tal, me han consentido demasiado”, asegura la actriz.
A los cinco años, empezó a compaginar las clases del colegio con la danza. “Mi delirio era ser bailarina famosa. Cuando veía en la televisión a alguien bailando, me volvía loca. Incluso, mi debut artístico fue como bailarina en compañías regionales y en producciones como “Jesucristo Superstar”. Lo recuerdo con mucho cariño porque conocí compañeros extraordinarios con los que sigo en contacto”.
DEL CINE AL VIDEO MUSICAL
Además de ser una de las actrices mejor pagadas de Hollywood -con unos nueve millones de dólares por película-, también es de las que más registros posee. “Presumo de haber encarnado personajes tan dispares como una cantante chicana, una realizadora de documentales o una agente del FBI. Quiero demostrarle a los anglosajones que las actrices latinas podemos encarnar papeles que no sean de india o mujeres marginadas”.
Y a todo esto, habría que añadir que Jennifer no sólo sabe actuar como las grandes de Hollywood, de hecho lo ha demostrado, sino que también deja a más de uno con la boca abierta cuando canta o baila.
“Me considero una artista completa. Bailo, actúo, canto,… No quiero hacer una sola cosa. Además, para lograr la solidez del éxito, hay que dominar todas las facetas de la actuación. Me resultaría horroroso que me confiaran un papel y tuviera que rechazarlo porque no supiera hacer algo de lo que exigiera el personaje”.
Debutó en la televisión en 1990 con la telenovela “In Living Color”, seguida de “Second Chances” y “Hotel Malibú”. Pronto dio el salto de la pequeña a la gran pantalla y dejó constancia de su buen hacer en “My Family” (1995), “Asalto al Tren del Dinero” (1995), “Jack” (1996), “Sangre y Vino” (1997), “Selena” (1997), “Giro al Infierno” (1997), “Un Romance muy Peligroso” (1998), “Thieves” (1999), “Pluto Nash” (1999), “Impostor” (1999), “Angel Eyes” (1999), “The Cell” (2000), “The Wedding Planner” (2001), “Enough”, (2002”, entre otras.
Dejó aparcado un poco el mundo del cine cuando sacó su primer disco “On the 6”, con el que a los dos meses de haber salido a la venta, consiguió el disco de platino. Después llegó “JLO”, su segundo álbum, que igualmente está siendo número uno en las listas de ventas.
Pero su gran ilusión tiene el punto de mira en el cine: conseguir un Óscar: “Es algo que me he jurado a mí misma y no pararé hasta que lo consiga”.
COSAS DE DIVAS
Jennifer inspira tal admiración que, cada vez que rueda una película o se va de gira, pide lo que se le antoja. Cuando se hospeda en un hotel, exige dormir en sábanas de hilo grueso, y desplazarse en un Mercedes negro con chofer del sexo opuesto. Detalles que no han pasado desapercibidos para otras grandes como Madonna, Gwyneth Paltrow o Cameron Díaz, entre las que se ha creado enemistades.
Además, en la revista estadounidense “Movieline”, Jennifer realizó comentarios sobre algunas de sus compañeras de profesión que no sentaron nada bien: “¿Cameron Díaz? Es una modelo afortunada que ha tenido muchas oportunidades y que no ha sabido hacer más de lo que ha hecho con ellas. ¿Gwyneth Paltrow? ¿Qué papeles ha interpretado? He oído más acerca de ella por su relación con Brad Pitt que por su trabajo”.
Declaraciones de este tipo hicieron que Jennifer no fuera de las más populares entre sus compañeros. Pero como rectificar es de sabios, la actriz convertida en cantante o viceversa, trató de justificar todo el “veneno” que había salido de su boca: “Vivimos en una época en la que decir la verdad es pecaminoso. No tengo nada en contra de ninguno de mis compañeros, esas cosas las dije en una entrevista que me hicieron en febrero de 1998, cuando Gwyneth Paltrow aún no había obtenido el Óscar por `Shakespeare in love´, que la hizo merecedora del apelativo de diva”.
Consciente de su enorme atractivo y poder de seducción, Jennifer asegura que su “vida es un circo, pero yo no soy el domador: sólo soy la principal atracción”.
Y atracción es lo que generaba Jennifer cuando aparecía en el gimnasio, donde la llamaban “la guitarra” por la forma de su cuerpo, aunque sin duda alguna, de la parte de cuerpo de López que más se ha hablado y se hablará es de su trasero, tan explotado en la película “Selena” que provocó la creación de su propio club de fans.
RELACIONES TORMENTOSAS
Un cuerpo voluptuoso, lejos de la extrema delgadez que la moda venía imponiendo, que la ha convertido en todo un símbolo sexual en Hollywood. A pesar de lo cual, Jennifer quiere dejar claro que “es totalmente falso que haya asegurado el cuerpo por mil millones de dólares” (trescientos de ellos por su trasero, según se informó).
En 1998 conoció al modelo Ojai Noa, que entonces trabajaba como camarero en el restaurante de Gloria Estefan en Miami Beach. Se casaron, pero el amor les duró muy poco, sólo un año.
Su relación con el rappero Puff Daddy no trajo más que escándalos a su vida. Llegó incluso a estar en la cárcel, aunque sólo por unas horas, “por estar en el lugar erróneo en el momento equivocado”.
Fue interrogada por la policía de Nueva York en diciembre de 1999 tras huir de un tiroteo en una discoteca, donde se encontraba con su novio. Resultaron heridas de bala tres personas y, a pesar que quien comenzó a disparar fue un amigo de Puffy, él también empuñó una pistola.
El 3 de diciembre de 2000 todos los acusados declararon ante un gran jurado de Manhattan. Jennifer fue la única que quedó libre y sin cargos.
Recientemente la actriz se divorció de Chris Judd, uno de los bailarines que la acompañó en sus últimos viajes de promoción por Australia y con el que se casó el pasado 29 de septiembre en California.
Pero rápidamente encontró el amor en los brazos de Ben Affleck, actor de Hollywood ganador del Óscar por Mente Indomable. Pero de su romance hay opiniones divididas, pues mientras algunos piensan que Ben no es del tipo de la cantante y actriz, otros opinan que ambos son igual de exitosos y están "sintonizados" con la idea de tener una relación estable, por lo pronto los dos disfrutan de su relación exhibiendo su amor en las calles.
QUÉ MUJER
Apasionada de la ropa y musa de Versace, a Jennifer López le gusta escuchar salsa, rythm and blues y pop, y le encantan Marc Anthony y Luther Vandros; se considera afortunada de dedicarse a lo que más le gusta en la vida, y se siente como "una niña del Bronx muy trabajadora, que para muchos se ha convertido en princesa".
Deporte El baile...continua...
Música La salsa, que enseñó a bailar a Jack Nicholson
Prenda favorita Le gustan las prendas que tengan escote y poca tela.Versace
Pensamiento "Mi carrera no se basa en mi cuerpo"
Lo que más admira Poder abarcar muchas cosas, tener fans
Lo que más detesta Lo contrario de la amabilidad
Principales defectos Ella misma reconoce que tiene que aprender a relajarse
Lugar favorito Para vivir, Los Ángeles
Admira a Woody Allen, Emilio Stephan y Jack Nicholson, con quienes ha trabajado
Lo que más le gusta El cine, rodar una película que fuera un clásico
Jennifer López es actualmente la actriz latina mejor pagada en Hollywood, cobrando millones de dólares por película.
Película Sueldo de Jennifer
Gigli $12,000,000
The Wedding Planner $9,000,000
Angel Eyes $9,000,000
The Cell $4,000,000
Out of Sight $2,000,000
Selena $1,000,000