TORREÓN, COAH.- El divisionismo entre grupos de ejidatarios en el ejido Jimulco, mantiene sin agua a aproximadamente 100 familias que sobreviven de lo poco que queda en un manantial en el cual también abrevan animales.
El asunto ha hecho crisis según los habitantes del lugar y al respecto ayer el alcalde Javier Garza de la Garza reconoció que se mantiene sin cambios, pues ahí en Jimulco, “para la perforación de un pozo y solucionar la situación de fondo, no es falta de recursos, sino que los ejidatarios no se han puesto de acuerdo”.
Y es que un grupo de aproximadamente 30 ejidatarios cuenta con los derechos de agua, son los que están de acuerdo en que se perfore el pozo, siempre y cuando sean ellos los que controlen el abasto de agua para el resto de los habitantes, incluso proyectaban aplicar un cobro, cuando en ambos casos, esto es improcedente.
Definitivamente no se puede permitir que un grupo minoritario, aunque sean quienes detentan el derecho de pozo, pretendan ejercer un control sobre un servicio básico tan importante como el agua.
Garza de la Garza expresó que es lamentable el problema porque se puede perforar el pozo que se necesita, pero luego habría necesidad de instalar la red, aunque previamente a eso se requiere que “haya consenso entre los grupos”.
Admitió que no hay avances, el conflicto entre los grupos es fuerte y pese a las pláticas que se han tenido con el Simas, con diputados, inclusive representantes de la Comisión Nacional del Agua, no se avizora solución en el corto plazo.
“Hasta ahorita y en forma temporal, lo que puedo decir es que la gente está tomando agua del manantial en la forma como lo han estado haciendo desde hace meses, se les han enviado pipas y ha aumentado el nivel del manantial”.