TORREÓN, COAH.- Al discutir quién era el padre del “más hombre del barrio”, al calor de las copas se suscitó una riña en una posada organizada por vecinos de la colonia Las Luisas “para estrechar lazos de amistad” y el saldo rojo que arrojó fue de un herido de bala y dos más a golpes. Los responsables se encuentran prófugos.
Todo comenzó cuando Rafael Guzmán N., ya entrado en copas, comenzó a alardear que su hijo “era el más hombre de la colonia” ya que se había ido a trabajar a Estados Unidos, lo que ningún otro había hecho.
Fue tanta la insistencia que hizo de lo anterior, que Francisco Javier Gómez Gutiérrez, de 49 años de edad, vecino de avenida José Carrillo Machado No. 1969 del mencionado sector habitacional, se puso enfrente del fanfarrón y le cuestionó lo anterior, diciéndole que “su hijo era el más hombre”.
Esto no le gustó a Rafael que de inmediato le dijo que así como su hijo era el más valiente, él también lo era y para demostrarlo retó a golpes a Francisco Javier, por lo que comenzaron a empujarse e insultarse mutuamente.
El pleito no pasó a mayores, pues varios de los asistentes que se dieron cuenta de lo anterior, entre ellos Arturo Ortiz Ruiz de 22 años, con domicilio en avenida José Carrillo Machado sin número y Julio Alejandro Castañeda, de la misma edad, con casa en avenida Huelguistas de Cananea No. 1669 de la misma colonia, intervinieron para calmar los ánimos de los rijosos, lo que finalmente consiguieron.
A efecto de que ya no se suscitara ningún incidente, los familiares de Gómez Gutiérrez lo conminaron a que se retirara a su domicilio, lo que así hizo.
Pensando que todo había vuelto a la calma, el festejo continuó, pero Adán Guzmán, hijo de Rafael, no le gustó que hubieran enfrentado a su padre y fue a buscar hasta su casa a Francisco Javier, quien salió y volvió a suscitarse un conato de riña, que también fue aplacada por los asistentes a la posada.
Furioso porque no lo dejaron desquitarse pero sobre todo porque no le dieron la oportunidad de demostrar lo que tanto pregonó su padre, Adán fue hasta su casa donde le informó a su progenitor de que no pudo pelear con Gómez Gutiérrez.
Al conocer lo anterior, Rafael montó en cólera y del interior de su vivienda sacó una pistola con la cual fue hasta la casa de su rival a quien a gritos le dijo que saliera a la vez que hizo dos disparos al suelo.
Cuando vio esto Gómez Gutiérrez, supo que las cosas habían llegado muy lejos por lo que se enfrentó a Rafael Guzmán a quien le intentó quitar el arma, pero éste no se dejó y pudo hacerse para atrás a la vez que apuntaba a su contrincante para hacerle tres disparos.
Herido en el abdomen, Francisco Javier cayó al suelo, mientras que su esposa salió para ver qué sucedía y al notar que su cónyuge estaba sangrando cayó desmayada. En tanto la pareja de Rafael fue hasta él para quitarle la pistola.
Cuando vieron lo anterior, Arturo y Julio Alejandro abordaron un vehículo con el objeto de interceptar una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública Municipal a fin de que hicieran la detención del responsable de la agresión.
Pero no contaban con que los Guzmán se dieron cuenta y también abordaron su camioneta Ram, por lo que los siguieron para darles alcance poco antes de llegar a la avenida Sonora a la altura del No. 1999 y calle Plan de Solís, donde embistieron a la otra unidad automotriz para obligar al conductor a detener su marcha.
Una vez conseguido lo anterior, Rafael y su hijo Adán bajaron con lujo de violencia a Arturo, que iba al volante, para enseguida comenzar a golpearlo con los puños y pies, ocasionándole diversas lesiones en diferentes partes del cuerpo, principalmente en rostro y cabeza.
Pensando que a él no le iban a hacer nada, Julio Alejandro permaneció a bordo del vehículo, pero cuando los Guzmán terminaron con Arturo fueron por él para también vapulearlo.
Tras lo anterior, padre e hijo se dieron a la huida a bordo de la camioneta Ram y hasta el momento no han sido localizados.
Personal del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, Mesa Dos, Coordinación “A”, acudió hasta la clínica 16 del Seguro social a donde fue trasladado Gómez Gutiérrez, que no pudo declarar debido a que fue intervenido quirúrgicamente de emergencia.
Arturo Ortiz, también quedo encamado en ese nosocomio para la atención de los golpes recibidos en tanto que Julio Alejandro Castañeda, resultó menos golpeado por lo que pasó a su domicilio.