Agencias
OVIEDO, ESPAÑA.- El cineasta Woody Allen, los escritores Arthur Miller y Edward Saíd y el director de orquesta Daniel Barenboim, recibieron el viernes en Oviedo (norte) los premios Príncipe de Asturias 2002, de manos de Felipe de Borbón.
Woody Allen, el único que no hizo la reverencia tradicional ante un miembro de la familia real española, improvisó un discurso de agradecimiento, que inició diciendo "no me lo merezco (...) pero me siento tremendamente honrado de recibir este honor en un país europeo".
Al otorgar el premio de las Artes al director de Manhattan en el teatro Campoamor de Oviedo, el jurado de la Fundación Príncipe de Asturias reconoció su "talento creador", su "irónica sensibilidad" y lo consideró un "puente entre la cinematografía de Estados Unidos y de Europa".
Curiosamente, Woody Allen y su compatriota Arthur Miller, dos célebres neoyorquinos, se conocieron personalmente esta semana en Oviedo, a donde llegaron unos días antes de recibir sus galardones.
Arthur Miller, premio de las Letras, evocó en su agradecimiento sus recuerdos de la Guerra Civil española que "para muchos de nosotros fue un rito de iniciación en el Siglo 20, probablemente el peor de la historia".
Al recibir el premio de la Concordia por su "generosa tarea" en favor de la paz en Medio Oriente, concedido conjuntamente al escritor palestino Edward Saíd y al director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim, éste último lo dedicó a "nuestros dos pueblos, a los que aporta eso sin lo cual ningún hombre puede vivir: la esperanza de una vida mejor".
"Barenboim y Said establecieron una relación que les ha llevado a buscar alternativas para la paz, la convivencia y la concordia a través de la cultura", destacó el jurado.
Barenboim, nacido en Buenos Aires en 1942, pero que desde muy pequeño se fue a vivir a Israel, recibió además el viernes la nacionalidad española.
Saíd, nacido en Naplusa en 1935, pero residente en Nueva York, reivindicó el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación.
Tras denunciar desde el estrado la "ocupación militar israelí que el pueblo palestino sufre desde hace 35 años", el escritor y ensayista sostuvo que "Palestina es la tierra de dos pueblos que tienen que vivir juntos".
La Fundación Príncipe de Asturias destacó la creación de la West Eastern Divan, una orquesta que impulsaron Barenboim y Saíd, y que reúne a jóvenes músicos procedentes de Palestina, Israel, Siria, Líbano y Egipto.
En nombre del equipo de fútbol brasileño, pentacampeón del mundo, asistieron a la ceremonia el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Texeira, los capitanes Iberaldo Luis Bellini, Carlos Alberto Torres, Carlos Perri Dunga y los entrenadores Carlos Alberto Parreira y Mario Lobo Zagallo.
Los otros galardonados de la vigésimosegunda edición de los premios Príncipe de Asturias presentes en la ceremonia fueron: los padres de Internet, Lawrence Roberts, Robert Khan, Vinton Cerf y Tim Berners-Lee (Investigación Científica y Técnica); el sociólogo británico Anthony Giddens (Ciencias Sociales), artífice de la tercera vía británica; el Comité Científico para la Investigación en la Antártida (Cooperación Internacional), y el ensayista alemán Hans Magnus Enzensberger (Comunicación y Humanidades).
Cada una de las distinciones está dotada con 50 mil euros (casi igual en dólares) y una escultura del artista español Joan Miró.