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Cada Navidad, la elección del árbol y de otros detalles decorativos que impregnen del espíritu de la temporada al hogar, acaparan nuestra atención.
Sin embargo, año tras año son menos quienes dedican un tiempo a preparar otro elemento tradicional de esta fiesta: la Corona de Adviento.
Ésta tiene su origen en una tradición europea, que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros católicos aprovecharon esta costumbre para evangelizar en la fe católica.
Adviento procede del latín “adventus”, que significa llegada. Es para los católicos un periodo de preparación espiritual antes del nacimiento de Jesucristo, el 24 de diciembre.
La época de Adviento comienza el primer domingo de diciembre, y a partir de este momento la corona cobra su importancia, pues es la manera con la que los católicos representan la espera.
Hacer una corona no es complicado. Pero si no tienes tiempo, puedes adquirir alguna en cualquier tienda departamental o tianguis navideño.
Normalmente, se elabora con ramas de acebo o hiedra y cuatro velas que se encienden cada domingo de adviento, con la finalidad de que a la llegada de la Navidad de hayan consumido las cuatro.
Variedad de símbolos
La corona de adviento está compuesta por diversos elementos que simbolizan diferentes conceptos: Su forma circular representa la eternidad de Dios, pues él no tiene principio ni fin.
Las ramas verdes significan la esperanza en todos los sentidos. No sólo se espera el nacimiento de Jesús sino una conversión en nuestros corazones.
Las cuatro velas tienen un significado especial: el rojo, el martirio de Cristo y los mártires que murieron por él; el blanco, la gloria de Dios; el morado, la penitencia; un cambio de vida para no caer en el pecado; el verde es la esperanza.
Las manzanas rojas que adornan la corona, representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo.
El listón rojo simboliza el amor a Dios y el de él hacia nosotros.