La política es uno de los sectores recorridos, pero también está el de las ingenierías, el empresarial, el profesional en diferentes áreas, sin embargo ha costado bastante trabajo, se ha tenido que luchar con una idea tradicional en que a la mujer se le ubicaba como ama de casa, dice Rosario Varela Zúñiga, socióloga y catedrática de la FCPYS de la UA de C.
La consideración pasiva de la mujer viene de siglos atrás, comenta la catedrática, legitimada por pensadores y filósofos reconocidos como Aristóteles y Shopenhauer quienes son iniciadores del estereotipo femenino.
“Violencia simbólica, es el concepto con que se denomina al hostigamiento, al acoso y el cuestionamiento de las preferencias sexuales, con el fin de que renuncien a lo que las mujeres consideran una elección acertada”, explica Varela Zúñiga en cuanto a la ocupación femenina de espacios universitarios con mayoría de estudiantes hombres.
Comenta que resulta difícil para el género femenino, compaginar su vida profesional con su vida en el hogar, se tiene que hacer una elección entre el desarrollo competitivo en la sociedad o la atención completa de los hijos, aunque la primera no impide la última opción.
En un Estado democrático moderno hombres y mujeres tienen las mismas opciones de poder elegir su desarrollo profesional y sentimental, pero el machismo es una cultura que ha obstaculizado el impulso ya no sólo de la mujer sino de la sociedad mexicana.
El sector que contiene el estereotipo del macho mexicano inculcado no únicamente por los mismos hombres, sino, por las madres de éstos, se encuentra en un momento de retroceso por los cambios económicos, culturales y políticos.
Sin embargo, se habla de lo que pasa en las zonas conurbanas del país. Mientras, es distinta la situación que acontece en las regiones provinciales alejadas de las ciudades desarrolladas y con centros de educación medio y superior, donde las tradiciones o costumbres marcan la desigualdad genérica.
“Los medios de comunicación, en este caso, la programación que transmiten debe ser cuestionada; hay programas o películas que marcan, manipulan o construyen los estereotipos tanto de la mujer hogareña y servicial como del hombre proveedor y fuerte”. Expone la socióloga.
Termina diciendo que las generaciones modernas de mujeres deben seguir luchando, porque se han librado batallas, pero la guerra todavía esta por ganarse.