Reuters
NACIONES UNIDAS, EU.- Enfrentando la oposición de la mayoría de los países del mundo, el gobierno de George W. Bush presentó nuevas propuestas que involucrarían consultas en el Consejo de Seguridad de la ONU antes de cualquier ataque contra Iraq, dijeron ayer diplomáticos.
Pero representantes en ese organismo dijeron que Francia, que encabeza la resistencia a la propuesta original de Estados Unidos, aún no accedido al nuevo formato.
“Ahora todo depende de Washington y París”, dijo un diplomático del Consejo de Seguridad cercano a las negociaciones.
Una diferencia clave en las nuevas propuestas estadounidenses dirigidas a romper el estancamiento de un mes, es que considera ahora enviar a los inspectores de vuelta a Iraq para buscar armas de exterminio masivo y darle más peso a su informe, dijeron los representantes.
Los expertos de armas de la ONU salieron en diciembre de 1998 de Bagdad y desde entonces no se les ha permitido regresar.
Estados Unidos también suavizará el lenguaje sobre otorgarse a sí mismo el derecho a determinar cuándo lanzar un ataque militar, al recurrir al Consejo de Seguridad de 15 miembros para consultas o debate después que los inspectores presenten su informe.
Esta nueva posición podría dar margen para incluir una segunda resolución pero Washington no se ha comprometido a esperar por su adopción como había propuesto Francia.
Francia, Rusia, China y la mayoría de los miembros de la ONU se opusieron a una propuesta previa de Estados Unidos, que de haber sido adoptada le habría dado a Washington el derecho de atacar a Iraq si éste no cumple las exigencias de la ONU.
Cuando la propuesta esté lista, diplomáticos estadounidenses pedirán una reunión entre los otros cuatro miembros permanentes del Consejo: Gran Bretaña, Francia, Rusia y China. El gobierno de Bush espera que esto suceda hoy.
“Hay una creencia de que debería haber una resolución firme con un lenguaje claro y enérgico. La paciencia no va a durar por siempre en esto”, dijo un funcionario estadounidense.
El gobierno de Bush también ha mostrado su disposición a abandonar ciertas condiciones de su propuesta inicial, que habrían permitido a miembros claves del Consejo unirse a las inspecciones de la ONU y que las tropas abrieran rutas que pudieran estar cerradas para los expertos de armas.
La mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad se oponen a ambas exigencias, al igual que el jefe de los inspectores, Hans Blix.
“Es una cuestión de si los franceses se pueden tragar esto o si seguirán presionando hasta que Estados Unidos (...) decida abandonar”, dijo un diplomático cercano a las conversaciones.
Última Oportunidad
Un funcionario del gobierno de Bush dijo que Estados Unidos le estaba dando a Francia “una última oportunidad” después que la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado acordaron una estrategia común tras continuas divergencias.
Gran Bretaña, el aliado más cercano de Washington en el Consejo de Seguridad y posible socio en una campaña militar para derrocar al presidente iraquí Saddam Hussein, estaría dispuesto a aceptar cualquier acuerdo a fin de que se logre un consenso.
Las nuevas acciones de Estados Unidos se producen después que numerosos países advirtieron a Washington en el Consejo de Seguridad contra una acción militar y dijeron que los inspectores de armas tenían que ir a Bagdad primero y hacer su trabajo. El debate abierto comenzó el miércoles y se reinició ayer.
Incluso dos vecinos de Iraq, Irán y Kuwait, que han sido atacados por ese país, se oponen a un ataque militar sin darle a Bagdad otra oportunidad para cumplir sus promesas.