EFE
Moscú, Rusia.- El líder palestino, Yasser Arafat, expresó ayer su gratitud a Rusia por su firme postura a favor del “desbloqueo de la crisis” de Oriente Medio y prometió restablecer “un control eficaz en territorio de la Autoridad Nacional Palestina”.
El presidente de la ANP conversó por teléfono con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, poco después de que el Ejército israelí levantara el sitio a la Mukata, su cuartel general en la ciudad cisjordana de Ramala.
Según una nota del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Arafat explicó a Ivanov que las tropas israelíes comenzaban a suavizar el “régimen de aislamiento” al que lo habían sometido en su residencia en Ramala, donde derribaron todos los demás edificios habitados.
También abogó por el “cumplimiento total” de la resolución 1,435 del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide a Israel que se retire de las zonas palestinas que ocupa desde hace tres meses y medio en respuesta a atentados suicidas islámicos.
Arafat “confirmó la disposición de la parte palestina de restablecer un control eficaz en los territorios de la ANP, ante todo en el ámbito de la seguridad, así como de proseguir el proceso de reformas democráticas”, se indica en el comunicado ruso.
Por otra parte, insistió en que Israel, a su vez, debe “mejorar la situación humanitaria de los palestinos” y retirar sus tropas a las posiciones que ocupaban antes del 28 de septiembre del 2000, cuando empezó el levantamiento palestino o “Intifada de Al Aqsa.”
En opinión de Arafat, esto es imprescindible con el fin de “crear las premisas para un arreglo político justo” en el conflicto palestino-israelí.
Ivanov, en respuesta, aseguró que Rusia, junto a sus socios del llamado Cuarteto de Madrid de mediadores internacionales, que también incluye a Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea (UE), hará lo posible para ayudar a las partes a “superar la confrontación actual”.
En la conversación se estudiaron “posibles vías para estabilizar la situación y reanudar el proceso negociador” en Oriente Medio, en aras de una “coexistencia pacífica de Israel y Palestina bajo fronteras seguras y reconocidas”, según dijo el ministro ruso.