La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que una de las metas para el 2002, fue reducir 100 mil muertes de niños menores de cinco años en las Américas, a través de la Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI).
Para reducir estas muertes, La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, en colaboración con otras organizaciónes nacionales e internacionales y la participación fundamental de los Ministerios de Salud, se han propuesto la meta de reducir l00 mil muertes entre los niños menores de cinco años en las Américas para el 2002, con una estrategia efectiva y de bajo costo.
Para alcanzar esta meta, es necesario fortalecer el compromiso de los gobiernos y organizaciónes internacionales con AIEPI, y establecer alianzas estratégicas con todos los sectores de la sociedad.
El problema
Cada año en las Américas, más de 250 mil niños mueren antes de los cinco años por enfermedades que podrían prevenirse fácilmente. Estas muertes ocurren principalmente por diarrea, neumonía, desnutrición, y otras enfermedades prevenibles por vacunación. Estas enfermedades son también la causa de 60 a 80 por ciento de las consultas pediátricas en los servicios de salud y de 40 a 50 por ciento de las hospitalizaciones de niños menores de cinco años.
Esta abrumadora carga de sufrimiento y muerte ocurre en todos los países de América Latina y el Caribe, pero es más seria en países donde las tasas de mortalidad infantil superan 40 muertes por mil nacidos vivos.
¿Por qué ocurren estas muertes?
Existen muchas razones. Una de las más importantes es que la población no tiene acceso ni a información ni a los servicios de salud por barreras geográficas, sociales, económicas y culturales. La falta de conocimiento de los signos de alarma o las medidas de prevención, limitan también la posibilidad de los padres de buscar ayuda oportuna para que no se mueran sus niños.
En los centros de salud se atiende individualmente el motivo de consulta expresado por los padres, sin buscar otros problemas de salud que pueden estar afectando al niño; muchas veces no se revisa el estado de vacunación o nutricional. Tampoco se les ofrece a los padres información comprensible para cumplir el tratamiento o practicar cuidados para prevenir que las enfermedades empeoren o vuelvan a repetirse.
A menudo, el personal de salud no está capacitado para identificar a tiempo los signos de peligro, o no tiene el conocimiento y habilidades para diagnosticar y manejar correctamente las enfermedades. De esta manera se incrementa el riesgo de agravamiento, complicaciones y muerte.
Los antibióticos se prescriben en exceso y se recomiendan otros innecesarios, tales como jarabes para la tos y antidiarréicos. También se usan el laboratorio excesivamente y la radiología inadecuada pues generalmente los resultados no son siempre utilizados para el diagnóstico o el tratamiento. Así mismo, muchas de las hospitalizaciones son innecesarias para el tratamiento de algunos casos de neumonía y diarrea.
¿Cómo se resuelve el problema?
La Estrategia de Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI), mejora la calidad de atención en los servicios de salud y de la comunidad.
Permite aprovechar la visita del niño al centro de salud para evaluar su estado de salud general. Identifica a los niños gravemente enfermos que requieren tratamiento hospitalario y procede a su inmediata referencia.
Focaliza la atención del niño como un todo, no solamente por el motivo de la consulta. Evalúa el estado nutricional, la vacunación, el crecimiento del niño y las prácticas del cuidado en el hogar. Asegura el tratamiento de todas las enfermedades que puede presentar, no solamente la que motivó la consulta al servicio de salud.