Reuters
WASHINGTON, EU.- Estados Unidos reiteró su deseo de trabajar junto al nuevo presidente electo de Brasil y descartó toda posibilidad de que Luiz Inácio Lula da Silva se convierta en otro Fidel Castro o Hugo Chávez, dijo ayer un alto funcionario del Departamento de Estado.
"Consideramos a Brasil un socio regional y lo consultamos en los desafíos regionales y lo seguiremos haciendo", dijo James Carragher, director de asuntos brasileños y del cono sur en el Departamento de Estado.
Siendo ambas las democracias más grandes en el continente, "era importante, natural y lo continuará siendo el caso que tengamos amplias consultas".
Las declaraciones de Carragher se suman a varias voces de la administración que han invitado al nuevo gobierno electo de forjar una alianza con Estados Unidos.
El presidente George W. Bush llamó a Lula para felicitarlo y para trabajar juntos para impulsar la democracia, el buen gobierno y el libre comercio en el hemisferio.
Estados Unidos quiere formar un Área de Libre Comercio en las Américas (ALCA) y necesita llegar a un acuerdo con Brasil, la mayor economía en Sudamérica, para lograrlo.
El secretario del Tesoro Paul O’Neill, por su lado, dijo estar contento por el término de la incertidumbre que rodeaba la elección en Brasil, que llevó a fuertes subidas en las tasas de interés y en una depreciación del real y que creía que "todo iba a terminar bien".
No obstante, Carragher reconoció que podrían surgir diferencias entre su gobierno y la nueva administración de Lula.
Cambios tácticos
Hablando ante un auditorio en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), un centro de investigación basado en Washington, Carragher dijo que los dos países "tendrán diferencias tácticas" y que la "nueva administración traerá cambios en la política exterior".
"Creemos que esos cambios se darán en el tono y el estilo más que en la sustancia", dijo Carragher.
Notó que Brasil negociará el ALCA con "determinación soberana", citando las reservas que Lula ha tenido en el pasado sobre la creación de ese bloque comercial. Lula ha criticado el proteccionismo de Estados Unidos en rubros como la agricultura y el acero, donde Brasil puede competir con éxito.
"(Lula) ha dicho que Estados Unidos en el pasado ha tenido una estilo de negociación que agresivamente defiende sus intereses. Eso es exactamente lo que las democracias tienen que hacer, defender sus intereses con agresividad".
No es Castro ni Chávez
Reconoció que Estados Unidos deberá trabajar un "poco más duro" con el nuevo gobierno brasileño para ganarse su apoyo algunos temas que su país someterá a los foros internacionales, sin especificar cuáles.
Carragher también rechazó de plano cualquier sugerencia de que Lula termine siendo un Castro o un Chávez, en alusión a los líderes de Cuba y Venezuela, respectivamente, ambos en ocasiones opuestos a los intereses norteamericanos.
"Lula no es Castro ni Chávez y no puedo ser más tajante en la forma que formulo eso", dijo el funcionario. "Lula es un demócrata, eso es una frase que nunca podrá ser usada para Castro", señaló.
A pesar de recalcar la importancia de Brasil en los planes del gobierno estadounidense, Carragher no confirmó la posibilidad de que el secretario de Estado Colin Powell viaje a Brasil para encontrarse con funcionarios del nuevo presidente electo.
"Les puedo asegurar que habrá una relación continua y amplia con el gobierno de Brasil, tanto durante el período de transición y la nueva administración electa a medida que entramos los próximos cuatro años".