Reuters
Caracas, Venezuela.- La dura crisis económica que atraviesa Venezuela podría erosionar el apoyo popular del presidente Hugo Chávez y provocar elecciones adelantadas, posiblemente antes de fin de año, dijo un líder opositor.
Enrique Mendoza, gobernador del estado Miranda y uno de los “presidenciables” según encuestas de opinión, dijo que la recesión podría acelerar el fin de la autoproclamada “revolución” de Chávez por medios pacíficos.
“Yo creo que la dinámica de este proceso conlleva a que al terminar el año o el próximo trimestre del año que viene podríamos estar en un proceso electoral”, dijo Mendoza en una entrevista.
Cinco meses después que Chávez sobrevivió a un breve golpe de Estado, la radicalización de partidarios y opositores del presidente hacen prever más violencia.
Chávez acusa a sus enemigos de estar conspirando para intentar otro golpe, al alimentar el descontento con rumores.
Mientras tanto los líderes de la dividida oposición buscan apoyo para medidas constitucionales para deponerlo, incluyendo juicios en el Tribunal Supremo de Justicia por corrupción, un referendo revocatorio o una modificación de la Constitución para acortar su mandato.
La mayoría de estas medidas apenas comienzan a sortear los obstáculos legales y además requieren la aprobación de la Asamblea Nacional, en la que el partido de gobierno mantiene una debilitada mayoría.
El período presidencial culmina en 2007, pero la Carta Magna permite la celebración de un referendo para revocar su mandato en agosto del 2003.
Mendoza opinó que la brusca caída de la economía y el aumento de la presión de la oposición podrían combinarse para forzar elecciones adelantadas.
El gobernador no aclaró las circunstancias en las que esa opción podría realizarse, ya sea por la renuncia de Chávez, la iniciativa de la Asamblea Nacional o que el máximo tribunal del país falle en su contra.
“Venezuela va a entrar en un grado extremo de conflictividad económica que va aumentando y eso en mi manera de ver va a generar elecciones”, afirmó Mendoza.
Batallas electorales
Chávez ganó las elecciones de 1998 con una abrumadora mayoría y asumió el poder con un soporte popular que según algunas encuestadoras superaba el 90 por ciento, entre promesas de acabar con la pobreza y la corrupción.
Desde entonces su popularidad ha decaído en medio de fuertes problemas económicos y demandas cada vez más fuertes para que renuncie.
Sin embargo un sondeo hecho en junio por la encuestadora local Datanálisis mostró que el locuaz militar retirado aún obtendría 35 por ciento de los votos en una elección.
Mendoza aparece en segundo lugar en la misma encuesta, con alrededor de 21 por ciento, aunque el gobernador no aclaró si se lanzaría o no como candidato presidencial.
Los enemigos de Chávez culpan a sus reformas sociales y fiscales como la causa del odio de clases y de destruir la economía del quinto exportador mundial de petróleo.
Líderes sindicales están organizando protestas que podrían culminar en una posible huelga general para presionar al jefe de Estado.
Los problemas económicos del país son el principal caballo de batalla en la guerra de palabras entre el gobierno y la oposición, en donde los intentos por lograr un diálogo han culminado en amargos encontronazos verbales.
La economía venezolana se derrumbó 7.1 por ciento en la primera mitad del año, respecto al mismo lapso del 2001, en medio de una caída de sus ingresos petroleros. La inflación acumulada se acercó en agosto a 20 por ciento y la moneda local se ha depreciado más de 47 por ciento en el año.
Representantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), las Naciones Unidas y el privado Centro Carter llegarán al país la próxima semana para tratar de arbitrar conversaciones entre el gobierno y la oposición.
La oposición está dividida acerca de cómo sacar a Chávez del gobierno, a pesar de los recientes intentos de formar un frente unido a través de la llamada “Coordinadora Democrática”, una laxa alianza de partidos y organizaciones en la que aún son evidentes las diferencias de opinión.