Reuters
La Habana, Cuba.- El presidente cubano, Fidel Castro, dijo que el primer censo que se apresta a realizar Cuba en 21 años no será una investigación de actividades privadas de los ciudadanos en busca de delitos, según declaraciones publicadas ayer.
A partir del sábado, y por 10 días, miles de empadronadores visitarán los 3’425,000 hogares de la isla con un cuestionario obligatorio de 35 preguntas, para reunir datos demográficos, sociales, educacionales y económicos.
Algunas preguntas, como “¿Qué hizo usted la semana anterior al día 7 de septiembre?”, y la última sobre electrodomésticos, computadoras y automóviles que hay en cada vivienda han inquietado a muchos cubanos que lo ven como una intromisión en su vida personal.
“El censo no tiene nada que ver con ilegalidades”, dijo Castro el miércoles en un acto de clausura del programa de capacitación de empadronadores, según la prensa local.
“Los datos del censo se usarán exclusivamente para perfeccionar la tarea de la revolución”, dijo Castro.
Desde la revolución encabezada por Castro en 1959, Cuba ha realizado dos censos, en los años 1970 y 1981.
Funcionarios del gobierno comunista han dicho que el nuevo censo de población y vivienda servirá para conocer los cambios en los últimos 21 años en el empleo, los ingresos, la situación migratoria y la forma de propiedad de los cubanos.
El censo recolectará datos actualizados para que Cuba trace políticas sociales y económicas más precisas, luego de trabajar por dos décadas con estimaciones, dijo el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez.
El censo no será un conteo físico de habitantes y bienes en las viviendas, dijo Rodríguez, sino una investigación sobre las principales tendencias demográficas de Cuba, cuya población excede los 11 millones de habitantes.
Como resultado de las dificultades económicas vividas en la isla en la última década, muchos cubanos han tenido que buscar otros ingresos, básicamente en dólares, y recurrir a un amplio mercado negro para obtener bienes esenciales.