SALTILLO, Coah.—La Profepa decidió levantar la clausura a dos predios agrícolas, “Beta Santa Mónica y “El Pilar”, ubicados en el Valle del Hundido, Cuatrociénegas, vinculados con el grupo LALA, que sembraron alfalfa; pero bajo la condición de someterse a un estudio de impacto ambiental, que podría representar la suspensión definitiva de toda actividad agrícola y la pérdida de una fianza de un millón de pesos, por cada predio.
Esto fue dado a conocer a EL SIGLO por la oficina de comunicación social de la Profepa en la capital del país, quien explicó que en principio la Procuraduría protectora del ambiente había decidido el 7 de noviembre la imposición de suspensión total de actividades a los dueños de los dos predios, ante el temor de ecologistas por supuestos daños a la zona protegida del Valle de Cuatrociénegas, a 50 kilómetros de distancia, y por haber iniciado trabajos agrícolas sin autorización.
Agregó la Profepa, que los dueños de los predios presentaron cartas de aceptación de las sanciones y peticiones de remediación que les impuso, con lo que allanaron los procedimientos en su contra; pero que sobre todo aceptaron depositar una fianza de un millón de pesos por cada fianza.
Además, manifestaron someterse voluntariamente a los resultados de los estudios ecológicos por científicos de la UNAM; del Instituto Nacional de Ecología y de la Comisión Nacional del Agua, “mismos que implican la cancelación definitiva de los cultivos, y la aportación de un millón de pesos, para restauración o compensación en el área natural protegida de Cuatrociénegas”.
Por otro lado, la Profepa informó que no se ha levantado la suspensión en contra del predio “Santa Teresa”, en la misma región, porque no ha allanado el procedimiento en su contra, y por tanto continúa clausurado.