Notimex
Madrid, España.- El gobierno de Israel autorizó ayer la salida inmediata y definitiva del país al líder palestino, Yasser Arafat, quien se encuentra confinado en sus oficinas de Ramallah, casi destruidas por las fuerzas de seguridad hebreas.
El vice ministro de Defensa de Israel, Weizman Shiri, informó ayer que el primer ministro israelí Ariel Sharon autorizó a Arafat a salir del país, si así lo desea, pero con la condición de quedarse para siempre en el exilio.
En declaraciones a la radio militar israelí, Shiri dijo que Arafat está libre y tiene plena autorización para salir de la Mukataa (su cuartel) y abandonar el país cuando lo disponga informó el periódico Ha’aretz Daily en su página de Internet.
“Si él lo decide, si él desea salir le podríamos encontrar un buen lugar, pero sin ninguna posibilidad de regreso”, reiteró el vice ministro de Defensa, sin precisar el país a donde podría ser trasladado el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Hasta la tarde de ayer se desconocía una respuesta oficial por parte de Arafat, quien según el ministro de Finanzas del gabinete palestino, Salam Fayyad, se encuentra en buenas condiciones de salud, pese a continuar recluido en sus oficinas de Ramala.
En entrevista telefónica con la BBC de Londres, desde el destruido edificio de la Mukatta, Fayyad aseguró que el líder palestino está bien y continúa firme en su posición de no entregar a los 20 presuntos extremistas palestinos requeridos por Israel.
Cuestionado sobre si su negativa no empeoraría la situación de Arafat e incluso del pueblo palestino, el ministro reiteró que no hay cambio alguno y que el presidente de la ANP no desistirá y continuará firme hasta el fin.
El líder palestino, quien se encuentra atrapado en el segundo piso de lo que fueran sus oficinas, debido a que un proyectil israelí destruyó por completo las escaleras, afirmó ayer por la madrugada que quiere morir como mártir.
“Quisiera probar el sabor del martirio y convertirme en un mártir”, afirmó Arafat a uno de sus asesores en un llamada telefónica hecha antes de que el gobierno israelí cortara la energía eléctrica y los servicios de agua y teléfono del edificio gubernamental.
Las palabras de Arafat fueron un impulso para el pueblo palestino, que amenazó con continuar sus protestas callejeras por las ciudades cisjordanas de Ramallah Naplusa y Tulkarem, pese al toque de queda impuesto desde hace tres meses por Israel.
Al menos cinco palestinos murieron y decenas más resultaron heridos ayer por la madrugada durante una multitudinaria marcha para protestar por el acoso de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) contra Arafat.
Desde el jueves pasado el complejo de gobernación palestino (Mukatta) se encuentra asediado por el ejército israelí, en respuesta a los atentados suicidas de ese día y el miércoles pasado en dos paradas de autobús en Jerusalén, que dejaron seis muertos.
De acuerdo con el Ha’aretz Daily las manifestaciones de Cisjordania y la Franja de Gaza desencadenaron cruentos enfrentamientos entre civiles palestinos y soldados hebreos, con un saldo preliminar de al menos cinco muertos y 32 heridos.
En Ramallah, donde más de cinco mil personas salieron a las calles para apoyar a Arafat, dos jóvenes palestinos de 32 y 28 años de edad, uno de ellos productor de la televisión palestina, fallecieron al ser alcanzados por los disparos del ejército israelí.
Mientras que las otras tres víctimas sucumbieron en la cuidad de Tulkarem y en el campo de refugiados de balata, cerca de Naplusa, en un enfrentamiento con los soldados israelíes que intentaban obligarlos a respetar el toque de queda.
Fuentes palestinas informaron ayer que las protestas de solidaridad con Arafat también se extendieron a varias cárceles en Israel, donde los presos palestinos se han amotinado y exigen la libertad de su líder.