PERDEDORES Y GANADORES
Haber sido candidatos,
eso nadie se los quita,
y ello les acredita
de pagadores de platos.
Aunque no fue deportiva
la lucha que terminó,
el que perdió ya perdió
buenos pesos y saliva.
Ya pagará el triunfador,
que de pagar nadie escapa:
por quedarse con la papa
se volverá aguantador.
Cuando se siente en la silla,
ese día descubrirá
que su cojín acuchilla
aquí, allí y más acá.