Francisco I. Madero, Coah.- El Rastro Municipal sigue trabajando en condiciones insalubres que ponen en peligro la salud de los consumidores de carne de este municipio, el inmueble carece de las mínimas medidas de higiene para el manejo de la carne.
Noemí Gaspar Amaya, jefa de la Jurisdicción Sanitaria número VII dijo que prefiere tener un mal control antes que clausurar el rastro.
Por su parte Jesús Rodríguez Salinas, líder del sindicato de introductores de ganado acusa al alcalde Julio Flores Guajardo de desviar 560 mil pesos que estaban destinados para la construcción de un nuevo Rastro Municipal y dice que las autoridades sanitarias deberían clausurar el inmueble para presionar al ayuntamiento para que se construyan las nuevas instalaciones.
El Alcalde nunca
gestionó esta obra
Rodríguez Salinas, secretario general del sindicato de introductores de ganado dijo que el proyecto para la construcción del rastro no fue aceptado por el Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO) porque el Alcalde nunca se presentó en las reuniones que se acordaban con esta dependencia.
“Fueron puras mentiras, Julio hablaba de la construcción del nuevo rastro nada más para taparle el ojo al macho, pero la verdad es que no le interesaba, nunca se presentaba a las juntas y por eso el proyecto nunca avanzó”, dijo.
El secretario general dijo que él se había comprometido a facilitar tres hectáreas y media para que se construyera el nuevo inmueble.
“Dijeron que no había terreno y para que no pusieran excusas les ofrecí un terreno que tengo, a cambio simplemente pedía que por un tiempo mataran a mis animales sin cobrarme hasta que se completara el precio del predio”, dijo.
Desvió de recursos
El líder del sindicato acusó al presidente municipal Julio Flores Guajardo y a un integrante del patronato de Bomberos de desviar 560 mil pesos que el Gobierno estatal envió hace dos años para construir el nuevo rastro.
“Héctor Arenas y Julio desviaron esos recursos para el Cuerpo de Bomberos, el dinero era para el rastro y se lo llevaron para los bomberos”, dijo.
Rodríguez Salinas dijo que era más urgente la construcción de un inmueble adecuado para instalar el matadero que invertir en el equipamiento de los apagafuegos.
El estiércol
Este rastro funciona desde 1982 y desde esa fecha nunca ha contado con una red de drenaje para desalojar los desechos que se generan en el interior del inmueble, simplemente tiene un canal que guían el agua mezclada con la sangre de las vacas hasta un pequeño vado que se encuentra a espaldas de la construcción.
En el interior del inmueble, los restos de las vacas están tirados en el suelo junto a los montones de estiércol que los matanceros sacan de las vísceras del ganado, aunque los cargadores lavan la carne evidentemente este manejo no es el adecuado.
En otro extremo del inmueble es utilizado como tiradero para depositar el estiércol y las vísceras que no se comercializan, este lugar está rodeado de perros que se alimentan de los desechos.
A decir del líder de los introductores de ganado, cada mes se contrata un trascabo para que levante todos los desechos del tiradero de estiércol, esta medida se viene aplicando de un año a la fecha, porque durante 19 años estos desperdicios se depositaban en el mismo vado donde se arroja la sangre de los animales sacrificados.
“Para limpiar todo ese cochinero tuvimos que contratar maquinaria, durante casi un mes estuvieron limpiando, sacaron más de 150 camiones de estiércol, imagínese como estaba”, dijo el secretario general.
Rodríguez Salinas dijo que ningún ayuntamiento ha gestionado la construcción de un rastro digno de este municipio y por el contrario aseguró que tienen olvidado este asunto que se puede convertir en un problema de salud pública.
Las inversiones
El líder de los introductores de ganado aseguró que las pocas mejoras que se han realizando en el rastro se han realizado con recursos del sindicato.
“Compramos en 15 mil pesos un tanque con capacidad para 11 mil litros de agua, limpiamos el vado, compramos en cinco mil dólares el camión para transportar la carne, las carretillas y mecates los compramos nosotros”, dijo.
Pero además el ayuntamiento no ha pagado el servicio de agua potable al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento, según el informante actualmente se tiene un adeudo de 33 mil pesos porque la tesorería no ha pagado el recibo.
“No es rastro, es matadero”
“Simplemente no sirve, el ayuntamiento debe construir un rastro que sea salubre, porque este problema representa un riesgo para la salud de la población”, dijo el líder del sindicato.
A decir de Rodríguez Salinas, los introductores de ganado han perdido la oportunidad de comercializar la carne en estados como Nuevo León, Monclova y Chihuahua por las condiciones insalubres que tiene este inmueble.
“En varias ocasiones ha venido gente de esos estados para tratar de comprar carne, pero cuando ven las condiciones del rastro simplemente se espantan y no compran el producto”, dijo.
El líder de los ganaderos dijo que ha este inmueble no se le debería llamar rastro sino matadero, porque no tiene la infraestructura necesaria para manejar adecuadamente la carne.
La Jurisdicción
debe clausurar
Rodríguez Salinas dijo que la Jurisdicción Sanitaria debe clausurar de inmediato el rastro para presionar a las autoridades y lograr que por fin se construya un inmueble que cuente con toda la infraestructura necesaria para sacrificar a las vacas y manejar adecuadamente la carne que se obtiene de ellas.
“Nos dejaron trabajar porque según esto se estaba gestionando la construcción de un nuevo rastro, pero como nada es verdad, deberían clausurar de inmediato, nosotros como quiera llevamos al ganado a al rastro de Gómez Palacio ó Torreón, pero es urgente que actúen”, dijo.
El secretario general del sindicado de introductores de ganado agregó, “estoy de acuerdo en que lo clausuren, esto es lo que la gente come y es insalubre”.
Preferible conservarlo
A pesar de que califica como deplorables las condiciones higiénicas del Rastro Municipal, la jefa de la Jurisdicción Sanitaria número VII, Noemí Gaspar Amaya dijo que prefería tener un mal control en este inmueble antes que clausurarlo y provocar que se iniciara la matanza clandestina de animales.
La funcionaria calificó como urgente la construcción de un nuevo rastro porque consideró que no se respetan las mínimas medidas de higiene en el local que se utiliza para sacrificar a las vacas.
“No se baña a los animales, no tienen drenaje, no hay agua, tiran al ganado en el suelo cuando lo destazan, es insalubre”, dijo.
Gaspar Amaya acusó al Presidente Municipal como el único responsable de que no se haya construido un rastro.
“Si Julio lo hubiera gestionado seguramente se podría haber construido, en una ocasión él me dijo que le valía sí se clausuraba el rastro, que hasta le quitaríamos un peso de encima”, agregó.
La jefa de la jurisdicción dijo que prefería permitir el funcionamiento del actual rastro, porque aseguró que en caso de clausurarlo aumentaría la matanza clandestina del ganado.