Reuters
SAN PETERSBURGO, RUSIA.- La destronada Miss Universo rusa enfrentó ayer al público por primera vez desde su regreso de Estados Unidos, atacando a los organizadores del concurso y negando informaciones de que había engordado.
Oxana Fedorova, con un vestido de seda negro y joyas de diamantes, dijo que se dedicaría a su carrera como agente de policía después que le quitaron el título por no cumplir con sus responsabilidades.
Pero la policía de 24 años experta en tiro, la primera rusa que conquista el concurso, negó las informaciones de que había subido de peso, que estaba embarazada o que se casó secretamente después de ser elegida en mayo.
"Los que me vieron antes pueden decir que no subí siete kilos. Y, por supuesto, no estoy preñada", aseguró Fedorova en conferencia de prensa en la segunda ciudad de Rusia, acompañada por su superior en la policía.
"Sueño con ser madre, y quizás lo seré, sería maravilloso, pero no ahora", expresó.
Fedorova, que originó una ola de orgullo patriótico cuando ganó la corona, dijo que no se consideraba más que una chica rusa común y corriente.
"Me considero entre las chicas normales que tuvieron más o menos suerte, según sea el caso", agregó.
El jefe de Fedorova, el director de la Universidad del Ministerio del Interior de San Petersburgo, dijo que estaba feliz de ver a la reina de belleza regresar a sus estudios. Debe presentar su tesis a fines de este año.