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BOCA RATÓN, EU.- La FBI dijo ayer que reanudaría la investigación de un caso de contaminación de carbunco (ántrax) en el edificio de una casa editorial del estado norteamericano de Florida, donde un empleado murió a causa de la enfermedad hace 10 meses.
El edificio en Boca Ratón de American Media Inc. (AMI), una editorial que produce publicaciones sensacionalistas, ha estado clausurado desde que se convirtió en el primer blanco de una serie de ataques con carbunco en octubre que dejaron cinco muertos y exacerbaron el nerviosismo del país tras los atentados con aviones secuestrados del 11 de septiembre.
Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dijeron en una conferencia de prensa que nuevas técnicas de investigación los impulsaron a realizar una nueva pesquisa que se extenderá por aproximadamente dos semanas.
Héctor Pesquera, un agente especial a cargo de la oficina de la FBI en Miami, dijo que los investigadores trataban de determinar cómo llegó el carbunco a la oficina.
A diferencia de otros edificios que fueron blancos de ataques de carbunco el año pasado, “éste es un sitio donde no se ha encontrado carta alguna ni vehículo de entrega” de las esporas, dijo.
“De repente, había carbunco en ese edificio. Debe haber un vehículo que introdujo carbunco en ese lugar”, agregó.
La contaminación en el edificio infectó al fotógrafo Robert Stevens, quien se convirtió en la primera persona en morir durante los ataques de carbunco, y a otro trabajador que se enfermó gravemente pero se recuperó.
AMI produce publicaciones como el National Enquirer.
Además de las personas que murieron después de los envíos de cartas contaminadas de carbunco a medios de prensa en Florida y Nueva York y a políticos en Washington, más de una decena fueron hospitalizadas por carbunco respiratorio, o la menos letal versión cutánea. Nadie ha sido arrestado en los casos.
Los agentes de la FBI creen que es posible que las esporas de carbunco fueran introducidas al edificio de AMI en una carta que estaría aún en las instalaciones, y dijeron que las nuevas técnicas permitirán realizar una búsqueda más completa.
Asimismo, quieren comparar las esporas con las encontradas en cartas enviadas al líder de la mayoría en el Senado, Tom Daschle, y el senador Patrick Leahy.
“Estamos buscando una gran cantidad de esporas para caracterizarlas químicamente y compararlas con las esporas encontradas en las cartas de los senadores Leahy y Daschle”, dijo Dwight Adams, subdirector de la división de laboratorio de la FBI.
El presidente de AMI, David Pecker, dijo que el edificio está tal y como estaba hace 10 meses, cuando los empleados fueron evacuados abruptamente, con tazas de café intactas y fotografías de familia sobre los escritorios. “Está como congelado en el tiempo”, dijo.
La FBI hizo el anuncio de que reanudaría la investigación en Florida en momentos en que un ex científico del ejército de Estados Unidos investigado en relación con los envíos de carbunco, dijo que presentó una queja contra el procurador general, John Ashcroft, y otros involucrados en la investigación.
Steven Hatfill, un médico y experto en armas biológicas, dijo el domingo que no tenía nada que ver con “este terrible crimen de carbunco” y acusó a los funcionarios de violar las regulaciones del Departamento de Justicia al filtrar información sobre él a la prensa y llamarlo “persona de interés” en la investigación.
Los investigadores de la FBI han allanado en dos ocasiones la residencia de Hatfill, de 48 años, uno de los aproximadamente 30 científicos a los que el organismo ha identificado como personas de interés.